domingo, 30 de diciembre de 2012

FELIZ AÑO NUEVO - 2013 

Quienes trabajamos para el juzgamiento deportivo, sólo esperamos día a día  que Dios guíe cada paso, que damos los árbitros del mundo en una cancha, o escenario deportivo esperando nunca rendirnos ante las adversidades y luchar cada uno por sus sueños.

Sentimos una pena enorme de despedir este año porque ha sido uno de los mejores de nuestras vidas, para esto hicimos cosas que nunca imaginamos, pero lo hicimos con gusto. 

Deseamos que Dios bendiga a cada uno de ustedes, amigos del juzgamiento deportivo y el fútbol de salón .. que el todo poderoso derrame mil bendiciones y protección en sus vidas y proyectos, que el año que termina haya sido de grandes experiencias en su vida personal y deportiva, y que lo aprendido, les ayude a ser mejores profesionales y les dé el crecimiento como seres humanos para afrontar cualquier dificultad que se presente en el futuro.

Recuerden que siempre habrán momentos malos cada año, lo importante es superarlos y nunca más mirar hacia atrás.

Recibamos con alegría este 2013 porque estamos seguros que será un año maravilloso para todos.

Feliz año nuevo les desea la Corporación Arbitral de Fútbol de Salón de Antioquia "Cafsa".


lunes, 10 de diciembre de 2012

A TODOS LOS INTEGRANTES DEL JUZGAMIENTO, NACIONAL E INTERNACIONAL...
NUESTRA CORPORACIÓN ARBITRAL Y EN ESPECIAL EL JUZGAMIENTO ANTIOQUEÑO LES DESEA UNA FELIZ NAVIDAD 



martes, 4 de diciembre de 2012


LAS CONFRONTACIONES
Un enfrentamiento entre los jugadores de los equipos en contienda se puede presentar en cualquier momento del partido, sólo falta que uno de ellos no esté de acuerdo con una actitud o gesto del rival para comenzar la confrontación, y es precisamente en estos casos cuando el árbitro debe estar alerta para evitar que estas hostilidades se conviertan en un problema mayor que conlleve que el partido se torne violento.
Cuándo se presentan  
Cuando se "carean" o enfrentan dos o más jugadores y entre ellos hay algún grado de forcejeo, pugna o empujón se dice que hay una confrontación, y el fútbol de salón al ser un deporte donde se manejan  emociones  es muy común que estas situaciones se presenten. Generalmente una confrontación comienza después de sancionar una falta o cuando un equipo convierte un gol y quien lo convierte quiere sacar el balón rápido de la red para agilizar el juego, es en estos dos casos específicos donde el árbitro debe estar preparado para controlar la situación.
En la sanción de faltas
Cuando se sanciona una falta de tipo violento generalmente los compañeros del infringido llegan a reclamar al infractor por su actitud, es allí cuando  el árbitro no debe permitir que los implicados continúen con su conducta agresiva y se convierta en un problema mayor donde unos y otros tomen la justicia por su propia mano; esto puede hacerlo utilizando el silbato, pitando en reiteradas ocasiones, o interponiendo su cuerpo entre los jugadores para evitar más hostilidades, en casos más críticos puede separar a los jugadores tomándolos de cualquier parte de su cuerpo, esto debe hacerlo reaccionando rápidamente para distender la situación.
Cuando se produce un gol
Si el enfrentamiento se produce en las porterías cuando se consigue un gol, los árbitros y sus compañeros deben estar alerta y muy concentrados durante el incidente, claro el silbato es quien debe reaccionar rápidamente ante la confrontación que empieza entre los defensores y los atacantes o entre el portero y el delantero, debe proceder acertadamente corriendo hacia los jugadores a separarlos en caso de que haya necesidad aplicando las técnicas anteriormente expuestas y tomando el balón, pues este en ese momento se convierte en el elemento del conflicto.
Procedimiento a seguir
En estos casos si el árbitro no toma el correctivo, no identifica al infractor y no castiga oportunamente la acción, esto traerá como  consecuencia que otros jugadores se vean involucrados. Para evitar que estas situaciones se vuelvan a presentar el árbitro debe sancionar  disciplinariamente a quien inicio y/ o respondió, valorando el tipo y la forma de contacto que se produjo entre los implicados y teniendo en cuenta que si alguno de los involucrados corrió desde una distancia lejana a participar en el conflicto también debe ser castigado pues con su actitud incitó a los demás,  cuando recupere el control de la situación el árbitro puede con ayuda de sus compañeros aplicar las sanciones disciplinarias ya que con esto demuestra autoridad y trabajo en equipo.
Escrito por: José Borda para: revistaarbitros.com

viernes, 23 de noviembre de 2012


EL CRITERIO ARBITRAL
Los que desempeñan la función de árbitros tratan de acertar al máximo al realizar sus funciones, pero desafortunadamente lo que es para unos, para otros no puede ser; sin embargo, el reglamento del fútbol de salón expresa en su espíritu que en un partido lo que  debe prevalecer únicamente “ es el criterio de quien dirige”.

Demuestre el suyo        
El criterio arbitral es la capacidad de discernimiento que tienen el árbitro según su leal entender para que en cada partido tome decisiones acertadas aplicando las leyes de juego. Sin embargo en los encuentros salonísticos no suceden jugadas iguales y para afrontar cada compromiso el silbato primero tiene que formarse su propio criterio arbitral conociendo a fondo el reglamento y el A,B,C de su profesión  y luego tratar de unificar previamente los criterios con sus demás compañeros porque uno solo no dirige todos los campeonatos, entonces, es por esto que  se hacen las pretemporadas,  seminarios,  cursos, talleres... con el fin de coincidir en la  toma de  decisiones y no que cada uno llegue a imponer su ley a cada escenario de juego.
Bases para la formación
Para empezar a formar un buen criterio arbitral, primero se debe conocer las reglas de juego a profundidad y el espíritu para el que fueron creadas, ya que esto le otorga seguridad (evitando que los jugadores le digan lo que tiene que hacer), segundo, su actuación en los escenarios de juego  no debe basarse en pitar todo lo que vea, porque eso molesta a todos; tercero, no deben demostrar el grado de conocimiento de las reglas, sino el uso racional de ellas dentro del escenario deportivo, cuarto, la actitud que se tenga hacia el arbitraje es otro punto a tener en cuenta ya que si siempre dirige con entusiasmo va a decidir bien  y como quinto y último punto, el árbitro debe concientizarse de su importancia dentro del fútbol de salón ya que si lo hace y se convence de esto los demás le  darán la jerarquía que necesita.
Cuando se puede aplicar
No en todas las catorce reglas que existen en el microfútbol pueden aplicar ese privilegio, entre las reglas  que se permite aplicar  el criterio arbitral están, la regla (I), la superficie de juego, en la regla (4) uniforme de los participantes, regla (6) el juego regla (9) infracciones regla (11) penalidad máxima regla (14)  el arbitro, el segundo arbitro, el anotador y el cronometrador, porque en estas (reglas) el árbitro tiene la potestad de decidir de acuerdo a su sensatez  “ si el calzado brinda o no un grado razonable de protección”, “si fue o no fue penal”, “si participó o no participó en la jugada”, “si era  amarilla o  roja”, “si eran dos minutos o cinco” en estos casos es el arbitro de turno y solo su criterio el que decide.
Cuando no es permitido
En las otras reglas, todos los árbitros sin excepción deben hacerlas cumplir de acuerdo a como fueron creadas, es decir, en estas no puede entrar el criterio  arbitral a decidir cualquier situación ya que fueron diseñadas con unos procedimientos y situaciones reglamentarias  las cuales no se pueden variar por ningún motivo, por ejemplo en las reanudaciones el árbitro debe hacer cumplir con los procedimientos establecidos al pie de la letra. 
Importancia de la unificación
Si (el) o (los) árbitros unifican sus criterios solo encontraran beneficios para todos porque al consolidar sus criterios con sus colegas evitan las protestas, los problemas y las  agresiones, aciertan al tomar decisiones pues coinciden en las mismas, encuentran una mayor credibilidad y se uniforman los conocimientos  arbitrales. Las asociaciones mejoran el nivel arbitral de grupo, evitan las quejas de los clubes o entes que organizan microfútbol profesional o aficionado y se  diferencian de los demás grupos arbitrales, por su parte  los organizadores de los torneos se favorecen porque evitan inconvenientes con los equipos, cumplen sus objetivos y  fin social, contratan a la corporación arbitral nuevamente y dan buenas referencias de esta con otros torneos.  A su criterio queda si decide aplicar lo que leyó.
Original escrito por: José Borda para: revistaarbitros.com

domingo, 18 de noviembre de 2012


EL ARTE DE NO ENFERMARSE...

Si no se quiere enfermar...

HABLE DE SUS SENTIMIENTOS

Emociones y sentimientos que se esconden y se reprimen terminan en enfermedades como: gastritis, úlcera, dolores lumbares, dolor en la columna. Con el tiempo, la represión de los sentimientos degenera hasta el cáncer. Entonces, vamos a sincerarnos, hacer confidencias, compartir nuestra intimidad, nuestros “secretos”, ¡nuestros errores!... El diálogo, el hablar, la palabra, son poderosos remedios ¡y una excelente terapia!

TOME DECISIONES

La persona indecisa permanece en la duda, en la ansiedad, en la angustia. La indecisión acumula problemas, preocupaciones, agresiones. La historia humana está hecha de decisiones. Para decidir es preciso saber renunciar, saber perder ventajas y valores para ganar otros. Las personas indecisas son víctimas de dolencias nerviosas, gástricas y problemas de la piel.

BUSQUE SOLUCIONES

Las personas negativas no consiguen soluciones y aumentan los problemas. Prefieren lamentarse, murmurar, ser pesimistas. Es mejor encender un fósforo que lamentarse por la oscuridad. Una abeja es pequeña, pero produce lo más dulce que existe. Somos lo que pensamos. El pensamiento negativo genera energía negativa que se transforma en enfermedad.

NO VIVA DE APARIENCIAS

Quien esconde la realidad finge, está en pose, quiere dar siempre la impresión de estar bien, mostrarse perfecto, bonachón, etc... acumula toneladas de peso. Una estatua de bronce con pies de barro. Nada peor para la salud que vivir de apariencias y fachadas. Son personas con mucho barniz y poca raíz. Su destino es la farmacia, el hospital, el dolor.

ACÉPTESE

El rechazo de sí mismo, la ausencia de autoestima, hace que nos volvamos ajenos a nosotros mismos. Ser uno mismo es el núcleo de una vida saludable. Quienes no se aceptan a sí mismos, son envidiosos, celosos, imitadores, competitivos, destructivos. Aceptarse, aceptar ser aceptado y aceptar las críticas es sabiduría, buen sentido y terapia.

CONFÍE

Quien no confía, no se comunica, no se abre, no se relaciona, no crea relaciones estables y profundas, no sabe hacer amistades verdaderas. Sin confianza, no hay relación. La desconfianza es falta de fe en sí mismo, en los otros y en Dios.

NO VIVA SIEMPRE TRISTES

El buen humor, la risa, el reposo, la alegría, recuperan la salud y traen larga vida. La persona alegre tiene el don de alegrar el ambiente donde vive. “El buen humor nos salva de las manos del doctor”. La alegría es salud y terapia.

DRAUZIO VARELLA
(Médico Oncólogo y Escritor Brasilero)

sábado, 17 de noviembre de 2012


¿COMO DARLE LECTURA A LOS PARTIDOS?

La lectura de un partido es importante para que un silbato pueda interpretar como llevarlo, y convertirse en el actor principal que conduzca y marque la ruta por la cual debe ir el juego. Como este es un tema fundamental, pues es en últimas el árbitro el único que posee la habilidad de entender lo que sucede en su partido, de interpretar y aplicar de la mejor manera las reglas de juego.

Buena lectura 

“La lectura de los partidos no es nueva, esta viene desde hace mucho tiempo. La palabra leer, se ha utilizado siempre para comprender el juego y quiere decir, ver más allá de lo que tiene que verse y  observar, lo que intentan hacer o pretenden hacer los jugadores para así adelantarse a los acontecimientos. Los buenos árbitros saben cuándo un partido cambia, cuándo un partido se va calentando e inmediatamente le ponen la solución al problema”.

Para que sea efectiva

El árbitro moderno precisamente debe saber leer los acontecimientos que van ocurriendo, y sentir cuándo el rumbo del partido cambia, para que la lectura sea efectiva,  el Dr. Alarcón recomienda, " el árbitro debe entender  todos los elementos que se presentan en el mismo como la velocidad, la fuerza, el ritmo y por encima de todo la intencionalidad que los jugadores ponen en cada jugada. Un encuentro se va calentando, cuando los jugadores van entrando cada vez más con mayor fuerza, con más mala intención y eso lo deben captar inmediatamente los árbitros para poner el freno correspondiente” acota.

Que se debe leer

“El buen árbitro debe leer el partido durante los 40 minutos”, 
"un tanto marcado, puede hacer variar totalmente un partido, una expulsión en un momento clave, un penal sancionado o no, en fin cualquier acontecimiento puede tornar más duro o más violento un partido y esto debe leerlo el árbitro lo antes posible. Aunque siempre  se están dando diferentes recetas para saber leer los partidos, eso no se impone, eso lo siente y lo aprende el árbitro y lo aplica tomando las medidas correctivas en los partidos”.

Lea y vuelva a leer

Cuando un árbitro termina  un partido sin leerlo, se va a su casa sin saber lo que hizo, pues en definitiva falló, aunque en este no haya pasado nada, nunca entendió el juego y a sus protagonistas, se dedicó exclusivamente a trasegar por el terreno, fue víctima de los acontecimientos y se dejó llevar por los mismos. En definitiva quien no sabe leer los partidos nunca será un buen árbitro, y valdría la pena que se preguntara ¿Estoy leyendo los partidos?

Original escrito por José Borda para: www.revistaarbitros.com

miércoles, 14 de noviembre de 2012


MIEDO AL COMPROMISO

En principio el miedo no es algo negativo, se trata de un mecanismo de defensa que crea nuestra mente cuando percibimos una situación de riesgo. Ahora bien, cuando la situación de supuesto riesgo se produce ante un estímulo positivo, se trata de un miedo irracional y éste siempre tiene como base una inseguridad.

¿Por qué surge el miedo?

Digamos que nosotros nos hemos creado una especie de burbuja de bienestar, a nuestro modo y semejanza. El miedo aparecerá cuando vemos peligrar dicha burbuja, es decir, cuando creemos que va a producirse un cambio que pueda desestabilizar nuestra seguridad. Si consideramos una relación como algo que nos quita (pérdida de intimidad, compartir tiempo de descanso, estar al pendiente del otro, etc.) y no que nos aporta (amor, compañía, bienestar, etc.), entonces es cuando aparece el miedo.

El miedo pone en la balanza los recursos que uno tiene y aquello que tenemos que afrontar. Cuando se produce un desajuste en esta balanza, es cuando se hace presente. Por tanto, es una cuestión de inseguridad y de no conocerse bien a uno mismo, lo que conlleva malestar y frustración.

¿Qué suele pasar cuando uno no sabe reconocer sus propias capacidades y habilidades emocionales?...
Tiende a evitar aquello que despertó su alarma de amenaza inminente. No deja de ser una mala adaptabilidad a los cambios, que por otro lado anhelamos, pero que nos cuesta reconocer. Nos vemos como frágiles o débiles y nos ponemos una coraza para supuestamente no nos puedan tocar, pero obviamos lo más importante: la amenaza somos nosotros mismos, no el entorno.

¿Qué características suelen identificar a este tipo de personas?

- Les cuesta tomar decisiones personales porque temen el cambio y salirse de su zona de seguridad.

- Son personas rígidas en el trato, quieren tenerlo todo controlado. La falta de control es lo que les hace activar los mecanismos de alarma.

- Suelen tener dificultades en expresar sus propias emociones. Intentan no profundizar en lo que sienten o piensan respecto a alguien o algo y ello provoca problemas de comunicación con los demás.

- En muchas ocasiones se sienten inseguros de si mismos y no soportan ver la seguridad en otros, por lo que inconscientemente crean disonancias cognitivas como convenciéndose de que esa persona no es tan maravillosa como se muestra ante los demás.

Hemos de tener en cuenta que el carácter y personalidad que tenemos en nuestra etapa adulta va muy de la mano de la relación afectiva que hemos tenido con nuestros progenitores en la infancia. Es por ello que una familia que haya protegido mucho a su hijo, haya sido muy rígida en su educación o demasiado permisiva, hace que la persona no pueda desarrollar sus propias estrategias de afrontamiento para valerse por sí misma.

¿Cómo suelen actuar?

En el terreno emocional suelen ser personas muy atractivas, grandes conquistadores, ya que tienen esa necesidad de tener una relación estable, por su carencia afectiva. Por el contrario, cuando ya se ven dentro de la relación empieza el miedo y se crean situaciones de confusión en sí mismo y en el otro. Es aquí cuando se produce la disonancia cognitiva que mencionaba anteriormente, la mente empieza a crear pensamientos de alerta porque no soporta las propias incongruencias (no es la persona que busco, no va a poder ofrecerme lo que quiero, no voy a cumplir sus expectativas, en verdad no quiero tener una pareja estable, aún me quedan muchas cosas que experimentar y que no podría hacer si estoy en pareja, etc.).

En cierta forma, la falta de estrategias y de conocimiento sobre uno mismo hace que se busque justificación a la propia inseguridad y temores. Al final como no se tienen las capacidades para asumir el miedo y gestionar el malestar, se buscará romper la relación para recuperar la estabilidad y huir del descontrol.

¿Cómo afrontar el miedo al compromiso?

El primer paso es admitir que tenemos una limitaciones emocionales en las que tenemos que trabajar. Evaluando las verdaderas necesidades y arriesgándonos a afrontar los miedos, éstos desaparecerán. Por tanto, una buena autoestima es la base de todo.

Al miedo se le vende encarándolo. Hay una frase de Jiddu Krishnamurti que dice “Haz lo que temes y el temor morirá”, pues así mismo es. Para ello nos vamos a servir de una serie de estrategias:

- No vamos a evitar aquello que nos da miedo, huir no soluciona el problema.

- Hemos de ir introduciendo pequeños cambios que poco a poco ayuden a la mente a entender que seguimos teniendo el control de la situación, ya que como es lo que más nos asusta hay que educarla. Si una característica tiene la mente es que es muy plástica, ¿esto qué quiere decir? Que entrenándola se adecua a lo que queramos.

- Valorarse a uno mismo fortalecerá la seguridad en las acciones y decisiones que tomemos. Por tanto necesitamos hacer un reconocimiento positivo de nuestras capacidades y limitaciones, ya que una limitación no es algo negativo, se necesitan de ambas para encontrar el equilibrio.

- Es básico empezar a expresarse emocionalmente, sobre todo la parte negativa de nuestro malestar. De esta manera reduciremos tensiones y por tanto nos relajaremos más. Si al principio cuesta hacerlo con otras personas, escribiéndolo se puede empezar uno a entrenar, además de que nos sirve para reflexionar.

- La clave de toda buena relación es la comunicación y la confianza, sin ellas no hay pareja que sobreviva de una manera sana. Por lo que el objetivo tiene que ser lo que se conoce como asertividad, es decir, decir en todo momento lo que se piensa y siente sin entrar en herir a nuestro interlocutor, en este caso nuestra pareja.

Merece la pena hacer el intento de superar el miedo ¿no creéis? ¿Qué supone pasar un mal rato cuando la compensación es eterna?.

CIARA MOLINA
Psicóloga Cognitivo Conductual especialista en Gestión Emocional

sábado, 10 de noviembre de 2012


TU VIENES.... YO VOY
La anticipación es una herramienta psicológica por medio de la cual un árbitro advierte o previene a un jugador cuando realiza o va a realizar una determinada acción consiguiendo con eso ponerlo en alerta, estar un paso adelante y evitar futuros inconvenientes con él y los demás jugadores. Es una técnica que muy pocos silbatos ponen en práctica, pero que da muy buenos resultados, ayuda a encontrar soluciones efectivas en los encuentros deportivos cuando el juez lo requiere y el jugador o los jugadores hacen caso omiso a las recomendaciones dadas.
Definición orientada
Es la capacidad del organismo para actuar de forma adelantada en los parámetros espacio-temporales con respecto a la acciones de los deportistas dentro de los campos de juego, es decir, es la habilidad del cerebro para anticiparse al futuro. Esta representa la manifestación de la actividad “conocedora” del árbitro, que le concede en respuesta a los estímulos en el presente, prever los acontecimientos futuros utilizando la experiencia y además estar preparado para encontrar la solución más acertada.
Niveles de manifestación
Cuatro niveles se manifiestan en la anticipación, el primero el subsensorial, corresponde a las predisposiciones y a los movimientos inconscientes que realizan los jugadores, y al conocerlos permiten establecer qué van a hacer seguidamente; el segundo es el perceptual, se caracteriza por dividir las acciones de los deportistas por adelantado e imaginar las posibles reacciones para seleccionar precisamente aquella que responde al siguiente paso, es importante esclarecer los efectos de las situaciones a solucionar en un encuentro deportivo.
Más allá de lo que se ve
El tercero, es el de representación, esto significa que el árbitro se orienta no sólo en lo que ve delante de él, sino también en aquello que está fuera de su campo visual, en aquello que aunque todavía no está pero puede ocurrir; el cuarto es el nivel lógico-verbal, en este la generalización y clasificación de las acciones se encuentra relacionada con el aumento de la influencia de las palabras y con la utilización del lenguaje externo e interno que utiliza el jugador, el identificarlo le permite conocer con seguridad hasta dónde puede llegar por lo que dice o hace.
En el posicionamiento
La característica esencial de la anticipación radica no solamente en el adelanto al espacio y al tiempo, sino también en el nivel de exactitud y complemento del pronóstico. Para concluir, un árbitro debe manejar la anticipación tal y como dice el conocido refrán “cuando el jugador viene, él ya debe ir”, esto también es aplicable a la ubicación porque además de conocer para qué lado va el jugador, puede escoger el lugar más apropiado para posicionarse dentro del terreno de juego; de igual forma una vez desarrollada esta cualidad podrá intuir en qué dirección van los jugadores y el balón, pues es allí en donde van a estar los conflictos.
Escrito por José Borda... para... www.revistaarbitros.com

jueves, 8 de noviembre de 2012


EL ARBITRO PERFECTO
¿Existe el árbitro perfecto?¿Para lograrlo será cuestión de tener talento, un riguroso entrenamiento o tratar amablemente a los jugadores?
 
Claves de formación   
Muchos especialistas creen que hay que desarrollar tres aspectos fundamentales a la hora de formar  árbitros para que alcancen la excelencia, primero, el entrenamiento, que debe tener en cuenta aspectos físicos, técnicos y de ubicación; segundo, la nutrición, basada en cantidad, calidad y adecuación para cada arbitro; y tercero, la preparación invisible que comprende condiciones de vida o hábitos saludables que el juez practica, como el no fumar, tomar o dormir adecuadamente. Sin esos tres factores, un silbato con talento natural podría convertirse solamente en una promesa inconclusa.

Humanos y no robots
¿Entonces puede existir el árbitro perfecto? La respuesta es sencilla, es muy difícil que exista alguno, los juzgadores son humanos y no robots y siempre poseerán un déficit de algo, sin embargo, se hace todo lo posible para que los árbitros sean de élite, los mejores, pero de ahí a que lleguen a ser perfectos es muy poco probable. Pensemos en Pierluigui Collina,(Arbitro de Fútbol)  que siendo uno de los mejores del mundo, más de una vez  salió derrotado de la cancha. El día que exista el juez perfecto será cuando jamás ocurran errores  en un campo de juego, es decir, nunca.

La mente ayuda
Lo que un silbato piense sobre sí mismo también es muy importante, la parte psicológica es fundamental, si un árbitro no tiene la convicción de que se destacará en el deporte, estará perdido. Muchos de los árbitros que han logrado superar diferentes calamidades y han alcanzado el arbitraje élite han sido prueba de ello, de hecho, la mayoría no sólo piensa en arbitrar, sino también en su entrenamiento invisible que es el mejor, pues gracias a ello jamás se han visto involucrados en escándalos de ningún tipo.

Luchar por ser
El árbitro que más se acerca a la perfección es aquel que es firme,  justo y con talante, no le inmutan los accesos emocionales ni los ladridos de los aficionados, es aquel que reúne genética, talento, nutrición, entrenamiento, integridad y, por supuesto, mentalidad exitosa. La búsqueda del árbitro perfecto quizá termine por ser una suma exacta y equilibrada de cosas por las que todo juez deberá luchar. 
Escrito por: Jose Borda para www.revistaarbitros.com

lunes, 5 de noviembre de 2012


EL MEJOR PROTECTOR
Los árbitros poco se cuidan la piel de las inclemencias del sol especialmente cuando dirigen partidos y/o se entrenan, sin embargo, junto a este aspecto existen otros a los que deben prestarle atención. La contaminación ambiental, la poca ingesta de agua y el no saber elegir un jabón adecuado hacen que la piel se vaya dañando de manera silenciosa hasta llegar a un punto sin retorno en donde ya no hay mucho que hacer. 
Protéjase siempre   
El sol es uno de los factores principales del cual deben protegerse para prevenir el cáncer de piel y el envejecimiento cutáneo; para nadie es una secreto que la capa de ozono en el hemisferio sur tiene un agujero cuya superficie es mayor a la de Europa, y es la encargada de filtrar los rayos ultravioleta para evitar que estos lleguen directamente a la superficie terrestre y nos dañen. 
Una peligrosa luz
La luz ultravioleta (LUV) es una radiación que tiene la particularidad de alterar la estructura de algunas sustancias como las proteínas, cuando esta incide sobre nuestras células altera la estructura del ADN de las mismas, ocasionando así que las células empiecen a "mutar", es decir, que empiecen a cambiar sus características convirtiéndose en células cancerosas, las que poco a poco se van reproduciendo hasta ser lo suficientemente numerosas como para hacerse notar. 
Es mejor prevenir
Espero que no tenga que llegar el próximo partido para acordarse,  que para el siguiente hay que echar mano a un buen bloqueador, no olvide que "es mejor prevenir que enterrar". Si usted no sabe qué bloqueador es mejor o cuál comprar, permítame aconsejarle, el factor de protección solar es el grado de revestimiento que obtiene al aplicárselo, y este va aumentando dependiendo del tiempo de exposición, siendo los más adecuados aquellos que se encuentren por encima de 30; pues tienen un mayor filtro que neutraliza la LUV. 
A cuidar la piel
Así cuando compre un bloqueador solar, por lo primero que debe preguntar es por el factor de protección (FPS) o filtro, y si el vendedor no sabe responder, lea la fórmula, y lo más importante, si va dirigido a niños o a adultos, pues sus características son diferentes. Es momento de que aprenda a cuidarse la piel, cuando arbitre evite exponerse de manera irresponsable a la LUV durante todo el año y no únicamente cuando haya sol; esto no sólo lo deben tener en cuenta los que tienen piel blanca, sino los de piel oscura pues también se encuentran  expuestos. Por último, sólo me queda decirle algo, “cuando arbitre y cuando no, utilice un buen protector solar”.
Escrito por José Borda para  - www.revistaarbitros.com

miércoles, 31 de octubre de 2012


EL GRADO DE DIFICULTAD

“Los partidos son como los Melones hasta que no se abren no se sabe cómo van a salir”, con esta popular frase se diferencian la jerarquía de los partidos ya que aunque todos son “encuentros deportivos” no son iguales y cada uno tiene su grado de dificultad para la dirección arbitral.

Aspectos que dan la pauta  
Dependiendo de cómo enfrente el silbato el nivel de cada partido va a obtener resultados, pero principalmente va a lograr que el  mas difícil se vuelva fácil o viceversa. Pero ¿Como se sabe que un partido es fácil  o difícil? Para determinar el grado de dificultad de un partido se deben tener en cuenta  los siguientes aspectos; la conducta de los jugadores, el desarrollo del juego, el comportamiento de los aficionados, la evolución del marcador y el estado del escenario de juego. Normalmente  estos elementos suelen presentarse uno a uno y esporádicamente, pero, si tres de estos aspectos convergen simultáneamente, el encuentro  ya es difícil.
Los  fáciles difíciles
En  los partidos fáciles la ausencia de dificultades, está a la orden del día y por consiguiente el mismo  se presenta accesible, pero si  a esto se le suman comportamientos deficientes del equipo arbitral el encuentro de por si se hará más complicado de arbitrar, en estos encuentros el árbitro puede realizar una actividad física y técnica moderada la cual involucra algo de esfuerzo pero con relativa comodidad, pero sin estar muy relajado. Sin embargo, también debe ser consciente e identificar oportunamente cualquier anomalía para tomar los correctivos a tiempo y no dejar que el entorno se vuelva hostil.
Los difíciles más difíciles
 Para los más difíciles, el árbitro debe mostrar buena experiencia, buen manejo de las situaciones, buen estado físico y muy buena ubicación además debe darle buen uso al sentido común, poseer una buena concentración, capacidad de persuasión y lo más importante haber desarrollado una excelente credibilidad en el poco o mucho tiempo que lleve de dirigido el encuentro, ya que cuando suceda la jugada infinita, ahí comenzara a saber qué tipo de partido está dirigiendo realmente.
Pongale el grado
 De igual manera puede acontecer la situación inversa, el partido puede ser difícil o muy difícil y si el árbitro toma decisiones  firmes, oportunas y definitivas, en una fase concreta del partido lo puede convertir en fácil, en otras palabras el grado de dificultad en la mayoría de veces lo pone el árbitro y para que un partido llegue a catalogarse como tal siempre será la consecuencia directa de su actuación.  Ahora que ya lo sabe, a un partido póngale el grado de dificultad que quiera
Escrito por Jose Borda

lunes, 29 de octubre de 2012



La cohesión es la facultad o pegamento psicológico que debe tener un árbitro para unirse a un grupo y/o mantener a los miembros de un equipo juntos. Es decir, es unir a los jugadores y compañeros para que realicen las mismas actividades, logrando que ellos se concentren en objetivos conjuntos y consigan sus metas. Entre más cohesivo sea un equipo arbitral, más larga será por lo general su duración y más resistente será a las presiones externas. Conozca en que consiste esta herramienta psicológica.

Quienes ejercen el juzgamiento suelen ser individualistas pues su carácter es básicamente competitivo, buscan su bien por delante, a veces a costa de cualquier situación, cada uno va a lo suyo y sólo le interesa su provecho particular. Los árbitros con las anteriores características van atrayendo a otros compañeros y al final se terminan conformando grupos disgregados. Igual pasa con los jugadores si el silbato de turno no logra que los jugadores se mantengan juntos y se concentren en el juego, es prácticamente imposible que realice bien su función.

Definición acertada

La cohesión es la facultad o pegamento psicológico que debe tener un árbitro para unirse a un grupo y/o mantener a los miembros de un equipo juntos. Es decir, es unir a los jugadores y compañeros para que realicen las mismas actividades, logrando que ellos se concentren en objetivos conjuntos y consigan sus metas. Entre más cohesivo sea un equipo arbitral, más larga será por lo general su duración y más resistente será a las presiones externas. 

Porque es importante.

La cohesión no es algo que tiende a surgir de forma espontánea en los árbitros, más bien es este quien debe buscarla y trabajarla. Los equipos de trabajo más eficientes son aquellos en los que existe una gran unión entre sus miembros. Es importante incluirla en el ámbito arbitral porque los compañeros son fundamentales para que desempeñen su trabajo de una manera satisfactoria y consigan un buen rendimiento de igual manera para mantener el control de los partidos y lograr credibilidad.

Factores de los que depende

La cohesión depende primero de la composición del equipo si este está conformado por gente de difícil convivencia es dificultoso que esta se practique, segundo del tamaño del grupo, por regla general los equipos pequeños tienden a estar más unidos que los grandes, tercero, del carisma del árbitro si este cuenta con una personalidad atractiva, que consigue ganarse la adhesión de sus colaboradores y jugadores tendrá ya buena parte del camino recorrido.

En el juzgamiento deportivo

En el arbitraje la cohesión se debe basar en la necesidad de obtener una adecuada coordinación con los compañeros o jugadores; en afrontar la evasión de responsabilidades de los mismos; en la falta de acuerdo en el reparto de trabajo o en la invasión del uno en el terreno de juego del otro. La cohesión del equipo es más fácil que exista mientras que las cosas marchan bien, el problema se presenta cuando aparecen las dificultades.

Para practicarla.


Un buen entrenamiento en la dinámica de cohesión afectiva y efectiva de los grupos pasa por los siguientes requisitos, establecer de una corriente afectiva y amistosa profunda entre todos sus miembros; todos los miembros deben adaptarse al plan de acción y a las estrategias planteadas; estar alerta para evitar cualquier división, enfrentamiento o disputa dentro y fuera del grupo y suprimir la actitud correccional culpabilizadora ante cualquier situación de derrota o descanso en el rendimiento. 

lunes, 22 de octubre de 2012


LO IMPORTANTE NO ES LLEGAR... SINO MANTENERSE!!!!!

Cuando un árbitro llega a debutar en la copa DFS sorprende  gratamente, aplica el reglamento como tiene que ser, deja jugar mucho más que sus compañeros de la comisión nacional, y en términos generales hace un buen trabajo en sus primeros partidos por lo que recibe buenos comentarios. En el arbitraje se utiliza un refrán para calificar las primeras actuaciones de los árbitros el cual dice, “escoba nueva barre bien”.

Tristes protagonistas

Pero, en el deporte, como en la vida, el halago debilita y después de dirigir durante cierto período de tiempo, algunos se “diluyen” hasta convertirse en tristes protagonistas y  terminan siendo retirados del panel por no “dar la talla”. En un corto lapso el árbitro pasa “del cielo al infierno” y empieza a cometer  errores incomprensibles, a permitirle ciertas libertades a los jugadores, a cambiar de criterio y  a desquiciar a los jugadores porque al final ya no sabe determinar lo que es falta y lo que no lo es.

 Criterio cambiante

El criterio del árbitro después de varios partidos es cambiante en función de no se sabe qué, deja jugar algunos sectores, pero en cambio, en otros lo sanciona todo, así sea o no; en muchas ocasiones no hace respetar la distancia en los cobros con formacion de barrera; y tampoco se entiende cómo interpreta que unas manos se sancionen sean o no voluntarias. No es posible conocer a qué se deba este fenómeno, sin embargo, lo que sí se puede determinar es que sucede frecuentemente y que son muchos los silbatos que llegan a una categoría superior y no se mantienen sino por el contrario salen más rápido de lo que llegan.

Para mantener la línea 

La clave  para mantener siempre la misma línea de dirección, conservar el mismo estilo de arbitrar y ser coherente dentro de los terrenos de juego,  no sólo depende de un factor sino de muchos, y el aplicarlos le permite hacer una buena carrera dentro del arbitraje. Inicialmente el árbitro no debe dejarse influenciar por las diferentes situaciones y menos por los que critican su trabajo, ya que al querer agradar a todos termina haciendo lo que estos quieren y no lo que se debe; siendo esta la principal causa para que todo un trabajo se le vaya al traste.

Arbitrar siempre igual 

Seguidamente debe tener constancia y regularidad en la conducción de todo tipo de partidos sin importar el nivel,  no sólo hacerlo bien en la copa DFS, sino mostrar en las demás categorías el mismo empeño y disposición, es decir, no arbitrar de una forma los partidos profesionales y los aficionados de otra, o únicamente dirigir el primer tipo de juegos creyéndose el cuento de que ya es profesional, olvidándose de los aspectos que lo hicieron destacarse y llegar. Todos estos factores son los que hacen que la permanencia de un árbitro en una categoría sea duradera o en su defecto fugaz.

 Escrito por: Antonio Pulido

viernes, 19 de octubre de 2012


JUZGAMIENTO INTEGRAL

Un árbitro íntegro es aquel que siempre hace lo correcto, el referirnos a esto significa realizar todo aquello que considera bien para él y que no afecta los intereses de las demás personas llámense jugadores, cuerpos técnicos o compañeros. Un juez con estas características vive honestamente, no es una persona diferente en circunstancias distintas, es la misma persona en el campo como lo es en su vida pública. Cuando un silbato circunscribe el término “integridad” en sus actividades, se encuentra en el marco de la rectitud, la bondad, la honradez, la intachabilidad, convirtiéndose en alguien que inspira credibilidad.

¿Qué tan íntegros somos?

Al tener integridad en sus hábitos y acciones deportivas, el árbitro es digno de confianza, un valor para el gremio y la asociación a la cual representa; adicionalmente tiene mayor capacidad para disfrutar el arbitraje con felicidad y armonía. Pero ¿Qué tan íntegro es usted? ¿Se ha dado cuenta que le falta todavía cultivar la integridad? ¿Qué está haciendo al respecto? ¿Cómo se comporta cuando arbitra? son algunos interrogantes que invitan a reflexionar sobre cómo se ha actuado y que tan íntegro se ha sido en las actividades arbitrales y en las relaciones con compañeros y jugadores.

Íntegro o ambiguo

La integridad es una firme adhesión del árbitro a un estricto código moral o ético; es un estado en el que se mantiene incólume y sólido, dicho de otra forma es la cualidad o condición de ser virtuoso y no dividido; procede de la palabra integer, que significa completo. Un juez íntegro es totalmente consistente en las opiniones que expresa; muestra congruencia entre pensamientos, emociones y voluntad; y actúa sin hipocresía ni doblez dentro y fuera de los campos. Lo contrario del árbitro integro, es el ambiguo, de doble ánimo, e inconstante en todas sus decisiones.

Silbatos de integridad

Un silbato con integridad es irreprochable, permanece fiel a sus principios sin importar las consecuencias, se da cuenta de que hay absolutos morales aun en un mundo de puritanismos relativos, sabe que no todo es gris y que existen valores que deben regir la vida y respetar la ley. De igual manera se caracteriza por ser auténtico, no manifiesta duplicidad de actitudes y actos e incorpora una noble familia de virtuosos atributos o fortalezas a su carácter como la honradez, la templanza, la autenticidad, el valor, la justicia, la responsabilidad, la lealtad, el compromiso, la perseverancia, y el altruismo.

Cualidades a seguir

Proceder ética e intachablemente; ser recto y sincero de modo que se gane la lealtad de su entorno; admitir sus errores o desaciertos; no dudar en señalar las prácticas poco éticas de los demás; adoptar posturas fundamentadas en sus creencias aunque resulten impopulares; cumplir su palabra y caracterizarse por su responsabilidad y profesionalidad; son algunas de las cualidades que debe tener un árbitro integro. En este contexto también deberá distinguirse por una gran persistencia en el logro de sus metas; por una tenacidad y coherencia en su forma de enfocar y vivir el arbitraje; por ser fiel a sí mismo y no asumir estereotipos; y lo más importante, no sacrificar sus convicciones por conveniencia de los demás.
Escrito por: Jose Borda.

viernes, 12 de octubre de 2012


Día Internacional del árbitro
Del mismo modo que se celebra el día del padre, de la madre, de los enamorados o del abuelo por la importancia que tienen todas esas figuras, se recuerda al árbitro.

Curioso es cómo una figura tan poco popular en muchas ocasiones resulte recordada en esta jornada. Ello nos lleva a justificar el por qué del árbitro en el mundo del fútbol de salón y ello me lleva a invocar la figura de un filósofo inglés del siglo XVII que puede iluminarnos. Explicaba John Locke su teoría política acerca del origen de la civilización y la sociedad partiendo de una hipótesis de trabajo llamada Estado de Naturaleza. Afirmaba Locke que en ese Estado todos los hombres eran libres, iguales, casi no había leyes, poseían bienes privados y nadie dañaba a nadie; decia, que era una felicidad.

Pero no tanto, porque cuando empezaron a surgir conflictos entre los hombres en razón de su propiedad, entonces -dado que no existía la figura del juez- cada uno se convertía en juez y parte de su propia causa. Esta situación lejos de ser idílica generaba enfrentamiento y hostilidad entre los individuos a la par que llevaba a vivir en la inseguridad y casi el miedo. Ante tal situación, Locke entendía que el hombre entraría en el Estado de Civilización o Sociedad en el momento en el que surgiese la figura del juez que imparte justicia entre los litigantes; y esa figura del juez (como la del gobernante) debía ser algo querido, consentido por todos los individuos. En el momento en el que todos consienten tal figura, el hombre abandona el Estado de Naturaleza y entra en la Civilización o Sociedad, donde hay unas reglas que cumplir para convivir pacífica, próspera y felizmente.

Algo así ha sucedido en el cosmos salonístico. Así, cuando el fútbol amanece a la vida, allá por el siglo XIX, se encuentra en Estado de Naturaleza: dos equipos se desafían entre sí, sin árbitro, sin juez. Los contendientes creían que podrían evolucionar y progresar sin esa figura, pero nada más lejos. La hostilidad, la incomprensión y casi las actitudes violentas que se generaban por el desacuerdo entre unos y otros llevó a aquellos primitivos hombres del fútbol a la reflexión y a consentir todos la necesidad de incorporar la figura del juez, del árbitro, en sus litigios. Aparece así el árbitro para imponer la cordura, la mesura y la justicia en el ámbito deportivo.

Cuando el deporte y específicamente el fútbol de salón, consiente mutuamente al árbitro es cuando nuestro futsal da un salto cualitativo y se civiliza, se socializa, se hace más adulto. He ahí la razón de ser del árbitro en el fútbol de salón  es la figura moral del partido; el garante de la moralidad; el defensor de valores deportivos; el custodio de los principios más sólidos del juego deportivo y limpio; el vigilante del cumplimiento de las normas porque éstas son necesarias tanto para convivir en lo civil como para disputar un partido. No olvidemos que más allá del partido hay personas (salonistas, entrenadores, árbitros) y que al saltar a un terreno de juego adquieren una dimensión pública de tal relieve para los demás que su actitud conforme a los valores o a los disvalores les retratan en dirección a seguir o a evitar por los demás.
No podemos dejar de lado que la persona -en la faceta que sea- puede ser y debe ser portadora de valores que atraigan a los demás a su ejemplo. Ojalá que en la jornada de este fin de semana, al margen de aciertos y errores, salga más robustecida la figura del árbitro.
FELIZ DÍA DEL ARBITRO

domingo, 7 de octubre de 2012


LA FAMA ES EFÍMERA
Cuando un árbitro alcanza una madurez arbitral, el reconocimiento y la designación continua en los torneos, esto lo lleva a actuar en los partidos como si todo estuviera bien y olvida los aspectos que lo condujeron a destacarse, comprando una falsa apariencia de armonía y eficacia al precio de la única verdad que podría permitirle alcanzar más logros, dicho de la forma más coloquial se “agranda”. Siempre que un silbato se comporta así expresa los signos inequívocos de la existencia de errores en su comportamiento los cuales lo conllevan a efectos adversos y al fracaso deportivo.

Que no se le suba 
La función de este artículo no es otra que lograr que los silbatos conozcan cuáles son las falencias más comunes en las que incurren una vez alcanzan reconocimiento, para que así eviten entrar en conflicto con sus compañeros y jugadores, pues el reconocer sus errores frecuentes les permite mejorarlos. Todas las competencias dentro del arbitraje son hábitos aprendidos y en consecuencia, si se tiene alguna carencia en uno o en otro sentido, siempre se puede aprender a hacer mejor las cosas y evitar que la “fama” se suba a la cabeza.

Hábitos perjudiciales
En este sentido, el árbitro que se convierte en arrogante e impaciente puede aprender a escuchar y a tener en cuenta las opiniones ajenas cuando se las dicen, pero el hecho es que este tipo de progresos jamás puede tener lugar si no se comienza dando antes el primer paso, que consiste en conocer el modo en que esos hábitos perjudican e intoxican las relaciones interpersonales con los jugadores y compañeros por decirlo de algún modo, y que si no se saben manejar llevan al fracaso después de alcanzar el éxito. Seis en total son los errores en los que incurren regularmente los silbatos luego de tener fama.

Errores frecuentes
La ambición ciega es el primera error en el comportamiento que muestra el árbitro y no es otra cosa que parecer "inigualable" en todo momento, compite en lugar de colaborar, exagera su propia valía y es jactancioso y arrogante, juzga a sus compañeros en términos de aliados o enemigos; el segundo es la intromisión, esta falencia lo lleva a actuar más allá de su límite, se mete en lo que no debe y ejerce su dirección de un modo asfixiante; la sed de poder, es el tercero y en el cual el árbitro no busca el poder para el colectivo sino cínicamente para sí o para sus propios intereses.

Otras falencias
El cuarto aspecto errado en el que incurre un silbato es la necesidad de reconocimiento, en otras palabras se vuelve adicto a la gloria, capitaliza los esfuerzos de los demás y es capaz de sacrificar cualquier cosa en aras de su propio bien; la preocupación por las apariencias es el quinto punto y en este necesita parecer bueno a toda costa y se halla exclusivamente preocupado por su imagen pública; la necesidad de parecer perfecto es el último desatino, en este las críticas por más fundadas que sean, le irritan o le producen rechazo y no admite equivocaciones. Como ya conoció cuales son los fallos más comunes, hágame el favor mi estimado lector de no incurrir en ellos cuando le llegue su cuarto de gloria y si ya los tiene corríjalos.
Escrito por José Borda para www.revistaarbitros.com

sábado, 6 de octubre de 2012


QUIERE VOLVER?....
Un árbitro que fue agredido una vez recuperado de las dolencias físicas, se hace una pregunta obligada ¿quiero volver a arbitrar?
Después de recibir golpes al desempeñar su función es obvio que  todo árbitro reflexione seriamente sobre su continuidad o no dentro del gremio.

Mucha reflexión  
Los silbatos que sufren golpes debido a la intolerancia de los jugadores, recapacitan mucho después del incidente angustiante y comparan su trabajo diario con el arbitraje  analizando los riesgos de uno y otro. “Por un lado hay un trabajo esperándome en la empresa, en el que los riegos son nulos y por el otro está aguardando el uniforme de árbitro, labor en la que el riesgo de enfrentar desadaptados es mayor y con la que pueden venir las agresiones,  ésta es la encrucijada sin salida que uno enfrenta”, comenta Vicente Mora un árbitro que fue agredido brutalmente.

Hacer y no se hizo
Dentro de la reflexión entran a discutirse temas con el grado de responsabilidad que se tuvo o no en la agresión; lo que se pudo hacer y no se hizo para evitarla; los correctivos disciplinarios que se dejaron de tomar o las largas que se le dieron al agresor dentro del partido; algunos creen que son cuestiones de la mala suerte lo que sucedió, pero una vez contestados todos estos interrogantes una y mil veces, el silbato ve los pro y los contra del incidente y de su permanencia dentro de la profesión.

Volver a empezar
Al comienzo entran  en shock y con el paso del tiempo se sienten desinflados, pues no es normal que reciban agresiones por ninguna situación en los partidos, estas aunque el número se ha reducido no falta el desadaptado que lo haga. La mayoría de árbitros a quienes les gusta verdaderamente lo que hacen vuelven a dirigir y a tomar las riendas de otros partidos, de ahí en adelante lo siguen haciendo con más ganas y no se dejan ganar de una adversidad, ahí es donde se dan cuenta si de verdad escogieron bien su profesión.

Implementar estrategias
Dentro del gremio son muy pocos los silbatos que han estado exceptos de este tipo de agresiones a lo largo de su carrera. En la mayoría de estos incidentes, no tienen responsabilidad alguna pues son sorprendidos y golpeados a mansalva, sin embargo, lo más recomendable es dejar atrás lo que pasó y seguir adelante, no obstante, tales situaciones le deben servir para pensar sobre la importancia de la continua preparación, capacitación e implementación de estrategias con el fin de evitar a toda costa que éstas vuelvan a repetirse.
Escrito por Antonio Pulido para www.revistaarbitros.com

martes, 25 de septiembre de 2012


SUERTE O TRABAJO?
En el juzgamiento deportivo y en  las profesiones donde la toma de decisiones instantáneas son los actores principales, el panorama es un tanto particular; las condiciones naturales de un árbitro, su creatividad y su visión personal de las cosas lo dotan de un tilde diferenciador, un plus importantísimo en cada partido; pero como la idea es obtener buenos resultados todos quieren saber si el destino o la laboriosidad les van a otorgar la notoriedad que tanto anhelan.

Fin de una dualidad
La suerte y el trabajo, caminaban juntos y discutían entre ellos, dijo la suerte al trabajo, "si yo no ayudo a los árbitros en su trabajo, nada sirve de nada", el trabajo le contestó, “eso no es cierto, la suerte es nece­saria tan sólo si el árbitro está pitando; al oír esto la suerte replicó, “basta que yo dé una cosa casi sin valor alguno, para encaminarlo dentro del arbitraje", el trabajo contestó, "es cierto y tienes razón, sin tu ayuda, él árbitro o los árbitros no hubieran podido empezar nunca nada; pero sin mi ayuda, nunca habrían podido ir adelante y tener éxito en sus actividades". Este sencillo diálogo nos da una visión clara que para conseguir éxito se debe trabajar mucho para que los resultados sean mejores.

Con trabajo todo sucede
Todo ser humano tiene una habilidad especial que puede compartir con brillantez, es decir, al trabajar y perfeccionar su talento puede destacarse en su especialidad. Teniendo en claro que la suerte y el trabajo no residen en todos y que en los que no sobresale la primera opción específicamente, solo les queda trabajar duro y capacitarse fuertemente para alcanzar el éxito, el trabajo personal es indispensable para avanzar y mejorar; hay que insistir en un adiestramiento y entrenamiento constante, para abarcar nuevos procedimientos, dar más y diversas herramientas que les permitan a los árbitros ejercer su labor. Se debe recordar que en el mundo y en el juzgamiento deportivo sólo se necesita  el “querer hacer” para que las cosas sucedan.

El destino ayuda
Decir que uno “no nació con estrella” es desmeritar una parte de la naturaleza creativa y poderosa con la que ha nacido el ser humano. Una vez alguien me dijo, “la suerte siempre está allí, solo hay que prepararse, para poder verla”, en principio creí que no estaba hablando de esta, si no de otra cosa como capacitación, pero al analizar la frase me di cuenta que sí. Un silbato puede tener la suerte de que lo convoquen para un partido importante, porque aquel directivo pensó sin muchos elementos razonables, que el partido era para ese árbitro, y bien la suerte le llegó; pero ahora si el que no está preparado para dirigir el partido es el designado, el trabajo se va a la basura, se desperdicia, eso es no acompañar a la suerte.

El camino del éxito
Con esto quiero llegar a que aunque se consideren árbitros con suerte o con talento innato, el trabajo y la disciplina constante son el único camino para poder tener éxito, por ello se deben explotar de la manera correcta. Entendiendo que los silbatos con éxito  no son muchos dentro de un gremio, un árbitro corriente no debe  perder el tiempo quejándose en que no tiene suerte, o que es un genio incomprendido, lo que debe hacer es poner su cabeza más bien en la formación y en la preparación para que cuando llegue su oportunidad, que de seguro llegará, la sepa aprovechar. Como dice una vieja y conocida frase “creo firmemente en la suerte, pero cuanto más trabajo, más suerte tengo”.
Escrito por Antonio Pulido para www.revistaarbitros.com