lunes, 3 de junio de 2013

LA COHESIÓN EL EL JUZGAMIENTO DEPORTIVO

Quienes ejercen el juzgamiento suelen ser individualistas pues su carácter es básicamente competitivo, buscan su bien por delante, a veces a costa de cualquier situación, cada uno va a lo suyo y sólo le interesa su provecho particular. Los árbitros con las anteriores características van atrayendo a otros compañeros y al final se terminan conformando grupos disgregados. Igual pasa con los jugadores si el silbato de turno no logra que los jugadores se mantengan juntos y se concentren en el juego, es prácticamente imposible que realice bien su función.
Pegamento psicológico 
La cohesión es la facultad o pegamento psicológico que debe tener un árbitro para unirse a un grupo y/o mantener a los miembros de un equipo juntos. Es decir, es unir a los jugadores y compañeros para que realicen las mismas actividades, logrando que ellos se concentren en objetivos conjuntos y consigan sus metas. Entre más cohesivo sea un equipo arbitral, más larga será por lo general su duración dentro de un gremio y más resistente será a las presiones externas.
Porque es importante
La cohesión no es algo que tiende a surgir de forma espontánea en los árbitros, más bien es este quien debe buscarla y trabajarla. Los equipos de trabajo más eficientes son aquellos en los que existe una gran unión entre sus miembros. Es importante incluirla en el ámbito arbitral porque los compañeros son fundamentales para que desempeñen su trabajo de una manera satisfactoria y consigan un buen rendimiento de igual manera para mantener el control de los partidos y lograr credibilidad.
En el juzgamiento deportivo
En el arbitraje la cohesión se debe basar en la necesidad de obtener una adecuada coordinación con los compañeros o jugadores; en afrontar la evasión de responsabilidades de los mismos; en la falta de acuerdo en el reparto de trabajo o en la invasión del uno en el terreno de juego del otro. La cohesión del equipo es más fácil que exista mientras que las cosas marchan bien, el problema se presenta cuando aparecen las dificultades.
Para practicarla
Un buen entrenamiento en la dinámica de cohesión afectiva y efectiva de los grupos pasa por los siguientes requisitos, establecer de una corriente afectiva y amistosa profunda entre todos sus miembros; todos los miembros deben adaptarse al plan de acción y a las estrategias planteadas; estar alerta para evitar cualquier división, enfrentamiento o disputa dentro y fuera del grupo y suprimir la actitud correccional culpabilizadora ante cualquier situación de derrota o descanso en el rendimiento.
Escrito por Jose Borda... para www.revistaarbitros.com