martes, 4 de diciembre de 2012


LAS CONFRONTACIONES
Un enfrentamiento entre los jugadores de los equipos en contienda se puede presentar en cualquier momento del partido, sólo falta que uno de ellos no esté de acuerdo con una actitud o gesto del rival para comenzar la confrontación, y es precisamente en estos casos cuando el árbitro debe estar alerta para evitar que estas hostilidades se conviertan en un problema mayor que conlleve que el partido se torne violento.
Cuándo se presentan  
Cuando se "carean" o enfrentan dos o más jugadores y entre ellos hay algún grado de forcejeo, pugna o empujón se dice que hay una confrontación, y el fútbol de salón al ser un deporte donde se manejan  emociones  es muy común que estas situaciones se presenten. Generalmente una confrontación comienza después de sancionar una falta o cuando un equipo convierte un gol y quien lo convierte quiere sacar el balón rápido de la red para agilizar el juego, es en estos dos casos específicos donde el árbitro debe estar preparado para controlar la situación.
En la sanción de faltas
Cuando se sanciona una falta de tipo violento generalmente los compañeros del infringido llegan a reclamar al infractor por su actitud, es allí cuando  el árbitro no debe permitir que los implicados continúen con su conducta agresiva y se convierta en un problema mayor donde unos y otros tomen la justicia por su propia mano; esto puede hacerlo utilizando el silbato, pitando en reiteradas ocasiones, o interponiendo su cuerpo entre los jugadores para evitar más hostilidades, en casos más críticos puede separar a los jugadores tomándolos de cualquier parte de su cuerpo, esto debe hacerlo reaccionando rápidamente para distender la situación.
Cuando se produce un gol
Si el enfrentamiento se produce en las porterías cuando se consigue un gol, los árbitros y sus compañeros deben estar alerta y muy concentrados durante el incidente, claro el silbato es quien debe reaccionar rápidamente ante la confrontación que empieza entre los defensores y los atacantes o entre el portero y el delantero, debe proceder acertadamente corriendo hacia los jugadores a separarlos en caso de que haya necesidad aplicando las técnicas anteriormente expuestas y tomando el balón, pues este en ese momento se convierte en el elemento del conflicto.
Procedimiento a seguir
En estos casos si el árbitro no toma el correctivo, no identifica al infractor y no castiga oportunamente la acción, esto traerá como  consecuencia que otros jugadores se vean involucrados. Para evitar que estas situaciones se vuelvan a presentar el árbitro debe sancionar  disciplinariamente a quien inicio y/ o respondió, valorando el tipo y la forma de contacto que se produjo entre los implicados y teniendo en cuenta que si alguno de los involucrados corrió desde una distancia lejana a participar en el conflicto también debe ser castigado pues con su actitud incitó a los demás,  cuando recupere el control de la situación el árbitro puede con ayuda de sus compañeros aplicar las sanciones disciplinarias ya que con esto demuestra autoridad y trabajo en equipo.
Escrito por: José Borda para: revistaarbitros.com

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