LA PREPARACIÓN FÍSICA DEL FÚTBOL DE SALÓN
En los juegos deportivos colectivos, el movimiento deportivo, independiente de
una modalidad específica, es el resultado de la interacción activa de los
deportistas con el espacio y los móviles externos próximos que lo rodean y con
los cuales debe crear relaciones sociomotrices mediante las diversas formas de
comunicación. De ahí que, el componente motriz sustente la técnica deportiva en
los deportes de equipo y que ésta sea el producto que permita la interacción
entre individuos y entre individuo y móvil, sin embargo, la funcionalidad
técnica se considera como un sistema de movimientos organizados de tal forma que
posibiliten la solución de una tarea motora concreta que permita continuar con
la operatividad del juego, sobre todo, porque de ella depende que el juego tenga
un desarrollo direccionado hacia la finalización de la tarea de acuerdo a la
fase que se esté ejecutando.
El fútbol de salón es una disciplina
deportiva que integra todos los componentes del entrenamiento durante el
desarrollo del juego, el componente físico se fundamenta en una base aeróbico,
una magnitud de fuerza maxima y una velocidad, todo esto de tipo condicional,
pero su rendimiento se manifiesta a través de esfuerzos submáximos de tipo
intermitente de corta duración, sus acciones son explosivas, repentinas y
variadas, con el propósito de controlar o tener un anticipo en el toque del
balón, aunque puede también ser una acción para generar, ocupar o utilizar un
espacio libre; estas características lo llevan operativamente a tener pausas de
recuperación alternadas cortas e incompletas, pero, siempre soportado sobre una
base condicional. La estructura y dinámica del juego, sus permanentes cambios de
ritmo y dirección, las aplicaciones técnico – tácticas y las táctico -
estratégicas, hacen que la participación especifica en el juego sea algo
complejo, es decir, para participar efectivamente en el juego no basta con tener
un buen desarrollo de las capacidades condicionales y determinantes del deporte,
se necesita una adecuada integración dinámica entre lo físico y lo técnico para
poder darle respuesta a las necesidades que va presentando el juego.
De
ahí que, estas características del juego, exigen preparar un deportista
adecuadamente, se requiere entonces, que su proceso de preparación y
entrenamiento este orientado hacia el desarrollo y mantenimiento de un
componente mixto; que desarrolle la dirección físico – motriz especifica del
fútbol de salón, como es la fuerza explosiva y la aceleración en tramos muy
cortos, pero en aplicaciones dinámicas y reales en las secuencias globales que
generan las situaciones de competencia. Finalmente, lo que se busca es una
estrategia que permita la integración y participación efectiva en el juego a
través de la evolución de la técnica en condiciones variadas y
cambiantes.
El deportista durante su participación en el juego, realiza
una gran cantidad de movimientos complejos que organiza en forma consciente e
inconsciente en relación con el objetivo planteado (físico – técnico, técnico –
táctico o táctico – estratégico) y con el previo conocimiento de sus
posibilidades motoras, algunos sin el balón, otros directamente relacionados con
la aplicación de un gesto técnico con el elemento, para esta intervención en
competencia, normalmente se cuenta con un corto espacio de tiempo y en algunos
casos con poca área física, lo que exige una excelente potencialización del
componente motor, así como una gran oferta del componente técnico que permita
dar la respuesta técnico – táctica acertada en el tiempo y el espacio. Por
ejemplo, el jugador que recibe un balón sobre el costado, y su compañero
continúa con la acción de juego, penetrando con un cambio de ritmo y de
dirección por el centro; en este momento y espacio se debe presentar una
respuesta técnico - motriz del jugador que posee el balón, con el propósito de
generar una aplicación técnico – táctica que continué con la acción de juego en
profundidad; de hecho el lanzamiento en proyección es una de las muchas
respuestas que se pueden dar.
En otras palabras, la preparación física en
el fútbol de salón debe garantizar la eficiencia técnico – táctica durante todo
el desarrollo del juego, consiste entonces en preparar al jugador, no sólo para
los desplazamientos como correr, saltar, frenar, cambiar de ritmo y de
dirección; la acción de juego, obliga a esfuerzos muy variados en cuanto a tipo,
forma, carácter y sentido de los movimientos, así como de otras acciones
acíclicas con el balón, en consecuencia, se necesita un jugador que sea capaz de
dar solución a situaciones técnico - motrices que surgen del juego. No obstante,
todo el proceso de entrenamiento, debe planificarse y ejecutarse desde la
perspectiva de ejecución de la acción que surge como consecuencia de la dinámica
de juego.
La experiencia práctica ha demostrado en muchas ocasiones que
los equipos en competencia presentan dificultades con el rendimiento físico de
los jugadores y esto ha llevado a que el rendimiento técnico - colectivo que se
debe generar mediante la integración de los componente del entrenamiento se vea
afectado, porque esta integración y fluidez en el juego se pierde con la
aparición de la fatiga. De modo que, el primer elemento que se deteriora con la
aparición de la fatiga física y mental es la técnica; se pierde precisión,
potencia, racionalidad, visión, entre otros componentes fundamentales en la
dinámica de juego.
Jose Tomas Cortes Diaz
Especialista en
entrenamiento deportivo
Entrenador de fútbol de salón
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