lunes, 21 de marzo de 2011

PSICOLOGIA ARBITRAL

No a las tarjetas invisibles
A un soldado no se le olvida su fusil, a un médico tampoco se le olvida su maletín, a un bombero no se le olvida su casco, a un jugador no se le olvida su calzado para la práctica del fútbol entonces, se preguntarán algunos ¿Cómo a un árbitro se le pueden olvidar las tarjetas? Aunque no suele pasar muy a menudo, esto sucede por desconcentración, porque en el momento de iniciar el partido olvida llevarlas, o porque en el intermedio del encuentro al comparar los jugadores amonestados con sus compañeros, las deja por ahí en algún lado del camerino. A fin de evitar esto un árbitro deberá ser precavido y verificar constantemente que sus accesorios estén en el sitio que deben estar.

Sucede frecuentemente
Aunque esto puede ocurrir en todo tipo de partido, pocas veces se da en partidos internacionales o torneos mundiales, pero se presenta esporádicamente en ligas profesionales como las de Venezuela, Italia España, argentina o Colombia. Esta clase de “olvidos” les pasa incluso a los mejores y más experimentados silbatos; si se presenta esta situacion en algun encuentro deportivo y le da por dejar las tarjetas en el camerino, sepa manejar el inconveniente sin quedar mal, realizandó una estrategia para salir del paso, es decir, sin “inventar” algún tipo de procedimientos que no transgreda la regla numero nueve y catorce.

Insólita situación
En una situacion presentada en el futbol y analizandola desde todo punto de vista en nuestro deporte, "Peter Walton, árbitro de la Premier League, vivió una insólita situación dentro del campo de juego mientras impartía justicia en el partido que disputaban el Everton y el Birmingham; se le olvidaron las tarjetas en el vestuario, y cuando quiso amonestar a Jordon Mutch se dio cuenta de lo sucedido. Ante esta embarazosa situación, Walton se puso la mano en el bolsillo y simuló una acción en la que aparentemente sacó la tarjeta y se la mostró al jugador visitante, pero en realidad lo que le enseñó fue “una tarjeta invisible”, lo más gracioso del asunto fue ver cómo se la guardó otra vez en el bolsillo, si bien aparentó el procedimiento nunca impuso ninguna sanción disciplinaria de acuerdo a lo establecido al reglamento".

Debe mostrarse
El reglamento es muy claro con los árbitros al indicarles en la regla 9 que deben “tomar medidas disciplinarias contra jugadores que cometan infracciones merecedoras de una amonestación, descalificacion o expulsión”, y en la regla 9, sanciones disciplinarias, cuando les señala “un jugador será amonestado y se le mostrará la tarjeta amarilla, si comete una de las siguientes infracciones…”; es perentorio entonces que el silbato muestre la tarjeta a fin de que la amonestación sea efectiva y tenga su valor disciplinario, para eso fue inventada. Cuando a un árbitro se le quedan las tarjetas lo que debe hacer es ir a donde uno de sus colaboradores y pedirle que le entregue las suyas para así tomar el correctivo disciplinario correspondiente, aunque es demorado y queda en evidencia, es lo que debe hacer.

No se debe repetir
Lo hecho por el veterano árbitro ingles Walton no está estipulado en el reglamento ni es una acción digna de copiar, pues en cambio de solucionar un “error” lo que hizo fue agrandarlo e ir en contravía de lo propuesto por el Board; el problema no fue sólo el fingir mostrar la tarjeta “lo cual no se debe hacer”, sino que además dicho jugador no podrá registrarse en la planilla como amonestado pues nunca fue reconvenido reglamentariamente; ahora bien, este incidente podría conllevar a un complicación mucho mayor porque ¿Qué pasaría si el jugador que fue supuestamente tarjeteado invisiblemente en el primer tiempo, en el segundo período reincide en otra conducta incorrecta que amerite una segunda amonestación? En ese caso el jugador no deberá ser descalificado pues nunca le fue mostrada la tarjeta amarilla.
Por: Jose Borda

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