lunes, 30 de agosto de 2010

El brillante secreto de delegar funciones arbitrales

Delegar funciones es el proceso que realiza un árbitro para encomendar y responsabilizar a sus compañeros de ciertas tareas que son de su potestad y cuya ejecución en la mayoría de casos es su compromiso. Se debe aplicar cuando la obligación va más allá de las capacidades, incluso cuando se tenga competencia absoluta. Muchos silbatos piensan que delegar es simplemente dar una tarea a su compañeros y ya está, cuando lo más inteligente es crear un equipo en el que participen juzgadores cualificados, con la “autoridad” suficiente para resolver eficazmente las labores encomendadas, no sólo las básicas sino también las más significativas.

Errores en que se incurre
El principal error es la planeación insuficiente ya que cuando se delega sin una planeación previa es fácil que las cosas se hagan mal, el exceso de confianza es la equivocación mas frecuente y se produce cuando el árbitro considera el partido más sencillo de lo que es en realidad. Otro yerro es no escuchar las sugerencias de sus compañeros ya que si no hay apertura al diálogo automáticamente decrece el deseo de participación, y por ultimo delegar demasiado también es una pifia ya que todos sus compañeros tienen diferentes funciones de acuerdo a su designacion, y cada partido es diferente, por supuesto el árbitro principal será el responsable del resultado final, si algo sale mal, tendrá que dar la cara, pero gran parte del acierto que supondrá delegar bien es que nada salga mal.

Desarrolle potencial
Delegar funciones se presta a malos entendidos ya que no se trata de librarse de tareas sencillas, no sólo permite conseguir más espacio para hacer lo realmente importante, sino que ayuda a los miembros de un equipo a desarrollar su potencial, lo que aumenta la eficacia del mismo y su crédito. Delegar es algo tan complejo que obliga al árbitro, a confiar en terceras personas, algo que siempre generará dudas, sin embargo, la clave es aplicar el siguiente principio, “las tareas que puede hacer otro deléguelas, las tareas que no se pueden delegar y que son fundamentales para la consecución de los objetivos hágalas usted mismo tan bien como le sea posible”.

Formas de hacerlo
Existen cuatro formas, la primera, la planificación previa del partido; la segunda, la planificación preventiva durante el desarrollo del juego; la tercera, las funciones y deberes que establece la regla catorce; y los deberes y funciones de sus compañeros en cada encuentro deportivo que establece la misma regla. Delegar no significa sacudirse de la responsabilidad, dejarla en manos del anotador, el cronometrista o los arbitros auxiliares y olvidarse de ello; tampoco significa liberarse de un compromiso traspasándolo a otro. Delegar significa conquistar los objetivos propuestos con la colaboración de sus compañeros y cuando se cuenta con la compañia de un coordinador arbitral a quienes confiará todo o parte del trabajo que estará bajo su jurisdicción.

Sepa delegar
A la hora de delegar ciertas acciones de los partidos a los arbitros auxiliares o demas compañeros se debe procurar que todo quede claro desde el principio, es decir, cuáles serán las obligaciones de cada uno, qué se deberá hacer y cómo actuar ante determinada situación, adicionalmente se respetarán las áreas de responsabilidad para no invadir el terreno del otro. El segundo arbitro en el cual se delega debe estar correctamente informado de las necesidades del partido y ambos deben disponer de toda la documentación necesaria para hacer la labor a gusto, de esto depende en gran parte el resultado del mismo. El buen árbitro será aquel que sabe delegar funciones.

No hay comentarios: