lunes, 25 de febrero de 2013


EL ORIGEN DE LOS ERRORES
Aunque para los aficionados es fácil llevarse las manos a la cabeza y maldecir al árbitro en protesta por un error, estos tienen que darse cuenta que los jueces están decidiendo sobre acciones que se producen en fracciones de segundo. "Pese a la aparente sorpresa en torno a que los árbitros puedan equivocarse, especialmente en momentos cruciales, desde un punto de vista psicológico esto es lo que esperaríamos", comentó el director del Laboratorio de Acción, Cognición y Cerebro de la Universidad de Michigan. Los errores se deben a tres causas principales.

Memorias parsimoniosas      
La primera de ellas es la lentitud de nuestras memorias."Los seres humanos nunca van a ser perfectos arbitrando, nuestras memorias sencillamente no están hechas para permitirnos ser los árbitros perfectos", afirma Gary Marcus, profesor de psicología de la Universidad de Nueva York. "Nuestros ojos funcionan de forma bastante parecida a cámaras, pero nuestras memorias no funcionan para nada como una tarjeta SD, un tipo de tarjeta muy utilizada en cámaras de fotos", apunta Marcus. 

Rapidez de las jugadas
La segunda causa es la rapidez de las jugadas deportivas la cual complica esto aún más, señala Emilio Salinas, profesor asistente de neurobiología en el Centro Médico Baptista de la Universidad de Wake Forest, quien participó en el estudio, "Toma de decisiones perceptual en menos de 30 milisegundos". Salinas y sus colegas descubrieron en su estudio que la diferencia entre acertar o no si una luz se había vuelto roja o verde estaba en ver 30 milisegundos más de imágenes. "Treinta milisegundos es en cierto modo el umbral de lo rápido que puedes hacer esa clase de distinción", indica el experto. 

No pueden verlo todo
Y la tercera es el hecho de que los árbitros, sencillamente, no pueden verlo todo. Meyer señala que cuatro es el número máximo de jugadores que una sola persona puede vigilar de cerca, lo que implica que algo pasará desapercibido aunque haya varios árbitros. “Cuando los jueces se pierden algo crucial, su cerebro llenará los huecos utilizando experiencias pasadas para ayudarles a tomar la decisión. Completar (los huecos) es una parte profundamente integrada de la conciencia humana", señala Marcus. 

Estudios irrefutables
Las dudas sobre la capacidad del cerebro humano para juzgar las acciones en la cancha no se limitan a conversaciones en el bar local y son examinadas por neurobiólogos y psicólogos utilizando conceptos como "latencia del relevo", "fluidez perceptual" y "curva de compensación de cálculo de velocidad". Los científicos que estudian el cerebro humano estipulan que es sorprendente que los errores de los árbitros no se produzcan más a menudo. Como ya conoce las causas del por qué comete ciertos errores, trabaje en ellas y verá que logra minimizarlos.
Escrito por José Borda para www.revistaarbitros.com

No hay comentarios: