viernes, 7 de octubre de 2011

EL PODER DE LA MIRADA

El ambiente de un partido requiere de una buena relación con los jugadores para lograr dirigirlo muy bien. Una manera con la cual el árbitro puede conocer mejor a los deportistas es creando empatía a través de la mirada; con esta unos y otros demuestran su estado de ánimo y logran saber si están siendo sinceros. Se ha comprobado que el poder de la mirada logra influenciar en el comportamiento del observado, dependiendo de hacia dónde se mire y la forma como se haga.

Miradas inquisitivas
Es usual que en el aprendizaje a los árbitros se les haga demasiado énfasis en la necesidad de observar lo que está mal, o el comportamiento erróneo de los jugadores, de modo que se les inculca la necesidad de captarlo todo; no obstante, la forma privilegiada de mirar inquisitivamente todos esos detalles anómalos, irregularidades, desvíos de las normas e insuficiencias el árbitro las aprende a trasmitir al deportista mediante la mirada. Esto lo hace con el fin de persuadir, enternecer, disuadir, amenazar o preguntar a los jugadores, para así evitar algunas tarjetas.

Acuerdos y desacuerdos
Los silbatos también utilizan la mirada como una señal de sincronía, de acuerdo armónico, procurando creer que no sólo la mirada atraviesa el alma del jugador sino que mediante esta se van todos los agravios que podrían dañar en un momento el partido. De igual forma con esta se puede ser capaz de hacer mal, de provocar miedo, como si esta manera malévola de posar la vista contagiara con mal de ojo al futbolista, que se vería así arrastrado a las peores desgracias sin tener el árbitro que provocar trabajosamente su caída con otros medios.

Ojos que hablan
Cuando observamos hacia arriba y a la izquierda, nuestro cerebro está recordando imágenes. Así cuando le dicen al árbitro, ¿Qué pitó? es seguro que su mirada se vaya arriba hacia la izquierda. Cuando observamos fijamente de frente, estamos escuchando. En el arbitraje si un jugador mira fijamente al árbitro significa que le interesa, que ya quedó impresionado, esto puede tener el efecto de doble via. Sin embargo, si los ojos de algunos de los dos se evaden significa que no lo convenció lo suficiente como para creerle.

Herramienta perfecta
Si te das cuenta que un colega en un partido mira abajo o a la izquierda, es muy probable que él esté teniendo un diálogo interior, y esté reflexionando o considerando algo, esto también lo notan los jugadores. Es por esto que las miradas tienen ese poder de demostrar qué se siente en determinado momento. Los árbitros tienen un arma perfecta de la comunicación no verbal para conocer no sólo a los deportistas a quienes les dirigen sino a sus compañeros de labor y a todos los que los rodean. ¡Úsela bien¡ dicen por ahí que los ojos son la ventana del alma ….

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