jueves, 20 de enero de 2011

PSICOLOGIA ARBITRAL

Escupir o Salivar - Necesidad o mal hábito
El escupir se ha convertido en una especie de modus operandi de los futbolistas en el ámbito profesional y aficionado, y en consecuencia, se ha transformado en una conducta reprochable. Los jóvenes deportistas ignoran cada vez más los efectos perjudiciales y negativos del escupir, imitando y aprendiéndole todo a sus ídolos, incluso esto. Por más que se quiera en un terreno de juego esta acción no es bien vista, no es saludable y es prueba de la mala educación de quien lo hace, aparte de antihigiénico, no es necesario hacerlo bajo ningún pretexto; los árbitros pueden contribuir a erradicar este mal hábito.

Eterna costumbre
Los jugadores han escupido siempre, en mayor o menor grado, pero es de suponer que actualmente es más obvio porque la televisión lo muestra todo, este hecho ha existido desde la invención del fútbol mismo; cuando un jugador escupe a alguien o sobre algo denota generalmente una conducta agresiva, y envía así un mensaje de rabia y hostilidad. Por otra parte es importante resaltar que dicho acto es peligroso para la salud de quien escupe y de quien recibe el escupitajo, para el primero, el sistema de defensas en la cavidad bucal se desequilibra, lo que puede llevar a la formación de caries y otros males digestivos; para los otros, además de causar repulsión, cuando se tiran al suelo para celebrar un gol lo hacen sobre una alfombra de escupitajos que puede producir infecciones en varias partes de la piel.

Parte reglamentaria
Acciones como, escupir el balón luego de que el árbitro ha indicado que es un lanzamiento lateral para el equipo contrario y expeler elementos como postes y otros objetos dentro del campo de juego, aunque parecieran graves, deberán considerase como conductas antideportivas y el jugador infractor será amonestado únicamente; en actos como escupir frecuentemente en el terreno de juego y salivar en algunas partes de la indumentaria, el árbitro deberá llamarles la atención verbalmente a los jugadores transgresores, ya que estas acciones son más bien señales de mala educación y de suciedad, por ejemplo escupir sus manos en el caso del guardameta, generalmente se hace por seguir antiguas tradiciones “supuestamente” para tener más aprehensión del balón.

Tarjeta roja directa
La regla Nº 9 le indica a los árbitros que deben expulsar de insofacto al jugador que escupa a otro, así la saliva no llegue a su destino, es decir, no impacte sobre el agredido, el castigo técnico de esta acción siempre será un tiro libre que se ejecutara donde hizo contacto ya que se debe considerar como una agresión con objeto lanzado; por ejemplo, si un jugador defensor estando fuera de su área de penalti escupe a un delantero que está dentro de la misma, la sanción será tiro penal y tarjeta roja. De igual manera si el jugador lo hace con el silbato del árbitro o las tarjetas que se le exhiben, deberá expulsarse debido a que aunque no se hizo directamente contra él, esto debe considerarse una agresión a su investidura, pues fue sobre elementos que él seguirá utilizando.

Silbatos educadores
El árbitro deberá intervenir siempre en casos de escupitajo de todo tipo y en cualquier momento, y deberá sancionar al jugador infractor en virtud de la Regla Nº 9 con medidas preventivas y represivas, no solamente por motivos reglamentarios, sino también por el peligro que implica para la salud. Una forma de controlar el problema es una educación adecuada, en la cual se deberá enseñar a todos que escupir por razones de seguridad e higiene no tiene nada de negativo si se hace en el lugar y el momento adecuados. Es tiempo de detener esta epidemia, es hora de que quienes juzgan un encuentro deportivo comiencen a educar a los jugadores sobre esta mala costumbre, en sus acciones recae tomar los correctivos para erradicar este mal habito.

No hay comentarios: