martes, 21 de septiembre de 2010

PSICOLOGIA EN EL CAMPO ARBITRAL

¿Es usted un árbitro fiable?
Jugadores, entrenadores, público en general y periodistas esperan actuaciones fiables por parte de los árbitros ya que sus decisiones en los partidos deberían ser las mismas en situaciones idénticas o similares, de igual forma deberían aplicar las mismas normas a ambos contendientes, sin importar la “localía” o presión de uno de los equipos participantes. Con frecuencia quienes están alrededor de un encuentro deportivo critican y hasta se indignan por la falta de coherencia en las disposiciones de los silbatos, incluso son estos últimos quienes reconocen la importancia de la fiabilidad en su trabajo.

Buenas actuaciones

El término fiabilidad es descrito como "la probabilidad de buenas actuaciones de un árbitro a lo largo no sólo de los partidos, sino en el transcurso de su carrera", entre más fiable sea más van a confiar en él. Dicho de otro modo, es la posibilidad de este funcione de acuerdo al reglamento, incluso bajo ciertas condiciones adversas y durante un período de tiempo prolongado. Un estudio reciente con jueces indicó que el 73 por ciento de la muestra estuvo de acuerdo con la frase: "Yo creo que la fiabilidad en el arbitraje es más importante que aplicar las reglas al pie de la letra".

Problemas por su carencia

La experiencia ha demostrado que la falta de fiabilidad genera los siguientes problemas, primero, los jugadores están siempre intentando adivinar lo que está permitido y lo que no lo está; segundo, los entrenadores se sienten frustrados y desconfían de la competencia de los árbitros; y tercero, los árbitros intentan "equilibrar" los errores, con lo que pueden sancionar a un jugador o equipo en función de equivocaciones arbitrales previas. Tanto deportistas como entrenadores se sienten confundidos porque no saben qué esperar de un silbato que vacila en su toma de decisiones, por ejemplo, si ignora una falta en un momento, pero sanciona la misma falta al equipo contrario posteriormente.

La compensación existe

Esta incertidumbre conduce con frecuencia a ansiedad, frustración, ira, e incluso algún comportamiento físico negativo por parte de aquellos que se sienten perjudicados. Una de las principales amenazas a la fiabilidad es la tendencia de los árbitros a aplicar la compensación; cuando se les preguntó "¿Piensan ustedes que sus colegas intentan compensar cuando se dan cuenta de que han cometido un error en contra de un equipo?" el 77 por ciento de los árbitros contestó afirmativamente. A simple vista parece justo que así sea, sin embargo, si se intenta equilibrar la balanza sólo se consigue empeorar la situación pues el partido queda desfigurado al adoptar decisiones incorrectas de forma deliberada.

Cómo se consigue

Para alcanzar la fiabilidad necesaria para arbitrar se requieren dos premisas, una, implica demostrar una buena técnica, conocer el reglamento y exhibir las cualidades descritas anteriormente, muchos árbitros resultan poco fiables simplemente porque no dominan suficientemente la interpretación del reglamento, el posicionamiento en el campo o las técnicas específicas del arbitraje; y la otra establece que el alcanzar un alto nivel de fiabilidad arbitral está relacionada con las destrezas mentales y emocionales. Un árbitro fiable requiere un estado mental estable, los altibajos en su actuación suelen estar asociados a variaciones psicológicas, por tanto la capacidad para conseguir un marco psicológico adecuado y mantenerlo durante el partido y la vida arbitral resulta fundamental para ser eficiente.

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