martes, 24 de noviembre de 2009

PSICOLOGIA ARBITRAL

El nivel de activación en los árbitros.

Un árbitro puede presentar dos estados de activación (baja y alta) no obstante, existe un otro que, al contrario que los anteriores, favorece el máximo rendimiento y es el nivel de activación óptimo el cual no es otra cosa que poner de la mejor forma, física y psicológicamente al organismo para dirigir el partido y pueda dar el máximo rendimiento, es importante que cada árbitro en particular aprenda a identificar cuál es su nivel óptimo. A partir de aquí, podrá evaluar su activación y saber si se encuentra en el nivel que favorecerá su rendimiento, o bien si está por debajo o por encima de éste.

Herramienta importante
Si al partido el árbitro ingresa con su nivel de activación demasiado bajo, su atención estará dispersa y captará peor los estímulos de cada situación. De esta forma, es más probable que ignore las señales que sus compañeros le transmiten, no vea algunas faltas que se cometan y controle mal las reacciones de los jugadores. Contrario a esto, si está demasiado activado, le resultará difícil controlar todos los detalles importantes para poder tomar las mejores decisiones, pues su atención es poca y, además estará tensionado y agobiado, en estas condiciones, sus apreciaciones serán malas y cometerá más errores.

Influencia física y mental
El nivel de activación influye en el rendimiento de los árbitros afectando su funcionamiento físico, repercute en aspectos como la tensión muscular y la coordinación motriz. En los silbatos estos aspectos pueden influir en la calidad de sus desplazamientos, su ubicación, el cansancio físico y hasta la facilidad para ejecutar la acción de soplar el silbato. En el aspecto psicológico también influye, en la conducta atencional y las operaciones mentales de toma de decisiones, porque puede influir en la observación de cada situación del juego, la decisión de pitar o no pitar, y de hacerlo en el momento correcto.
Aspectos que influyen
Dos grandes variables influyen en el nivel de activación general de los árbitros, la motivación y el estrés. En ausencia de motivación y estrés la activación es baja y no se alcanza el nivel de activación adecuado. El estrés prolongado produce agotamiento psicológico y favorece un estado de activación bajo que no alcanza el nivel de activación óptimo. En ocasiones es posible que algunos árbitros no alcancen su nivel adecuado por no estar lo suficientemente motivados. Para prevenir este problema, es importante que aprendan a auto motivarse utilizando estrategias psicológicas apropiadas

Aprenda a identificar
En líneas generales, cada árbitro debe aprender a identificar las situaciones concretas "de riesgo" que hacen más probable una motivación inadecuada o un estrés incontrolado, y posteriormente, deben aprender estrategias psicológicas apropiadas para actuar con eficacia cuando estas situaciones se presenten, de forma que su motivación y su control del estrés sean los más adecuados; es decir, los que favorezcan su nivel de activación óptimo. Por ejemplo, pueden aprender habilidades de comunicación para relacionarse más eficazmente con los jugadores y los entrenadores durante el partido.

La confianza es clave
En este proceso es importante fortalecer un aspecto psicológico de gran trascendencia: la auto confianza. Cuando la auto confianza es alta, la motivación suele predominar sobre el estrés, siendo más probable el nivel de activación óptimo. Así, un árbitro que confíe verdaderamente en que dispone de recursos suficientes para realizar bien su trabajo, estará más motivado y menos preocupado antes de los partidos, y será más propenso a controlar correctamente las situaciones estresantes que se le presenten durante el mismo.

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