sábado, 28 de enero de 2012

PREPARARSE PARA EL ARBITRAJE

“...Respetando el estilo y personalidad, cada arbitro debe seguir cierto proceso para alcanzar el mejor rendimiento...” Realmente resulta muy interesante el tema del arbitraje lo que motiva nuevamente escribir algunas líneas sobre Psicología del deporte que pueden ayudarlos a sobrellevar las situaciones estresantes por las que deben transitar y poner en conocimiento que hay herramientas que pueden colaborar con los árbitros y con el desempeño de su tarea. El año 2011 me regalo la posibilidad de trabajar junto a un colega dentro del arbitraje, dándonos la oportunidad de obtener algunas características psicológicas y emocionales básicas con las que deben contar los árbitros, además de las físicas y técnicas.

Algunas de ellas son las siguientes:
  • Control Emocional
  • Seguridad
  • Nivel de atención y Concentración
  • Autocrítica
  • Abierto al aprendizaje
  • Tolerancia a la frustración
  • Perseverancia
  • Autodisciplina
Tanto espectadores, dirigentes, entrenadores, deportistas atribuyen sin medida a los árbitros de definir un partido, de que generan violencia, esto no sólo ocurre en el fútbol de salon ni en nuestro país sino que es a nivel internacional en mayor o menor medida y en todos los deportes. Por esto considero que el arbitraje en general debería contar con árbitros con éstas características además de las diferenciales en relación a cada deporte específico.

El árbitro de fútbol de salon, al salir a la cancha debe estar preparado para escuchar cosas como: ladrón, vendido, fracasado, animal y demás insultos ya conocidos que no vale la pena aclarar y eventualmente para la agresión física.
Tampoco esto ocurre solamente en las categorías más altas (DFS -profesional) sino en todas las categorías del fútsal, siendo muchas veces más inseguras dado que las instalaciones no están debidamente preparadas para la seguridad del evento en general. la Historia nos deja algunos casos en la memoria además de ver en varias ocasiones salir a un compañero "arbitro" con custodia policial.

Por lo expuesto anteriormente, y dadas las circunstancias todos pueden discutir, insultar, agredir pero él único que no puede perder la cabeza es el árbitro. Pues en su figura reside el orden, el juego limpio, la autoridad, el respeto, la buena comunicación, el control de la agresión y de los impulsos. Que nos hace pensar que un árbitro no se enoja, no se molesta, no se ofende? Es aquí donde aparece una de las características principales del arbitraje: su control emocional.
Todo el entorno deportivo, el deporte y la competencia en sí misma generan una suma de emociones: nervios, ansiedad, duda, enojos, exceso de activación, pensamientos negativos en relación al desempeño etc. Todas estas emociones son controlables y se puede ir mejorando su influencia en el rendimiento deportivo con entrenamiento, con técnicas de relajación, respiración y visualización. Trabajando con aquellos pensamientos negativos que sacan de la tarea especifica al deportista y lo desconcentra.

La seguridad, el sentirse seguro tiene relación con la autoconfianza y la autoeficacia. Y la autoconfianza es la confianza que cada uno tiene en sí mismo de realizar esa tarea para la cual se prepara, y se entrena. Es saberse capaz. La autoeficacia es la convicción de uno mismo de poder ejecutar con éxito una tarea para producir un cierto resultado.
Eso significaría que con instrucciones positivas de autoeficacia se podría mejorar cualquier actuación contando con destrezas necesarias, pero muchas veces bajo estados de presión externa hasta aquellos mejor preparados pueden dudar de sus propias capacidades.
En un deportista se puede ver esto en el rendimiento en competencia, pero en el arbitraje donde los observamos? En la toma de decisión ya que es una de las situaciones más difíciles, donde el número de decisiones que se toman por partido es alta y la posibilidad de error está presente siempre.

El punto es saber que se puede equivocar, que no se es infalible, que existen posibilidades de error y que una vez que la decisión está tomada no hay vuelta atrás. Por éste motivo la seguridad de lo cobrado es importantísima, independientemente de las quejas, gritos, etc. Ya que si nos quedamos pensando, dudando en la decisión tomada anteriormente no podremos seguir estando en el resto de la competencia, ya que nuestro pensamiento estará en aquella duda o en aquella decisión.

Tampoco nuestra toma de decisión se debería ver influenciada por la presencia de cámaras de televisión que luego marcaran el error desde todo tipo de ángulo, tenemos que sabernos capaces, sentirnos seguros de que la decisión tomada está de acuerdo a lo observado en el momento, desde el ángulo donde se estaba y con la certeza de que la concentración estaba en el aquí y ahora. Es por eso que el nivel atencional y la concentración son las otras características, ya que entrenando la concentración, permitirá obtener más seguridad sobre donde estaba puesto el foco atencional al momento de tomar la decisión. Sí la atención estaba más abierta y dispersa en el momento de la decisión, provocará duda sobre la situación específica cobrada. Y cuando se duda no sólo se da cuenta la persona que lo hace, sino que a través de la comunicación gestual, el tono de voz, el estilo del pitazo, los otros también lo detectan y se generan así los cuestionamientos. La autocrítica se relaciona con la posibilidad de verse luego y poder detectar los errores y también los aciertos del desempeño.
  • ¿Por qué siempre quedarse sólo en el error?
  • ¿Por qué siempre observarse en lo que otros resaltan como negativo y no resaltar lo positivo de mi actuación?

También poder reconocer los errores a fin de destacarlos y poder trabajar en ellos, poder mejorar aquellos aspectos en los que quizás falte entrenamiento, poder recurrir a aquellos con mayor experiencia y consultar mis dudas, todo es parte de la autocrítica. Para esto necesito estar abierto al aprendizaje, a seguir capacitándome, a buscar nuevas experiencias que permitan un desempeño cada vez mejor. A veces el pensar que ya se sabe todo, que todo esta aprendido, escrito y/o dicho cierra las posibilidades de crecimiento. Siempre se puede mejorar un poco más. Quién sabe cual es su tope realmente? Quién sabe hasta donde es cada uno capaz de llegar? Tolerancia a la frustración, está relacionada con saber que se es un ser humano y que el error es una de las posibilidades. Aquí lo importante está en que un error, una equivocación no es el fin. El sentirse mal después de un error en una competencia, no debería tenerme toda la semana pensando en eso, en que si vuelve a pasar “ no sirvo para esto “.

El error puede ser el principio, una vez sucedido, poder pensar que en la “próxima no ocurrirá “. Poder hacer frente a la adversidad requiere también fortaleza mental. Superarse a sí mismo es lo fundamental. Perseverancia y autodisciplina van de la mano, ya que si se realiza algo con la motivación necesaria hay que dedicarle horas de entrenamiento y para esto hay que ser disciplinado y constante con el entrenamiento físico y si es posible con el entrenamiento mental. Dado que la competencia es cada vez más exigente siempre hay que buscar la forma de un desempeño superior. Hay que tener en cuenta que a pesar de los errores o las equivocaciones, la perseverancia en la tarea y el mejor desempeño es fundamental para mantenerse acorde a lo que las exigencias del deporte hoy demandan.

Nada es imposible, todo es realizable en la medida en que los objetivos que se establezcan estén de cuerdo a las habilidades físicas, técnicas y mentales que se posee.

La competencia personal y la superación de uno mismo depende de mucho trabajo. Ser mentalmente fuerte puede ser difícil pero no imposible de lograr.

viernes, 27 de enero de 2012

CONVOCATORIAS TORNEOS LIGA 2012

CATEGORIAS Y PRECIOS
SE REALIZARAN DOS TORNEOS EN EL AÑO

CATEGORIA BENJAMIN: Nacidos a partir del 1 de enero de 2002 - Valor $200.000

CATEGORIA PREINFANTIL: Nacidos a partir del 1 de enero de 2000 - valor $350.000

CATEGORIA INFANTIL: Nacidos a partir del 1 de enero de 1998 - valor $350.00

CATEGORIA JUNIOR: Nacidos a partir del 1 de enero de 1996 - valor $380.000

CATEGORIA JUVENIL: Nacidos a partir del 1 de enero de 1994 - valor $410.000

CATEGORIA ASCENSO: Nacidos a partir del 1 de enero de 1991 - valor $450.000

CATEGORIA PRIMERA: Edad libre - Valor $500.000

RAMA FEMENINA: Edad Libre - Valor $450.000

NOTAS:

Entrega de planillas del 16 al 30 de enero de 2012.

Congreso tecnico: Febrero 6 a las 6:00 p.m. (Coliseo de Combate)

inicio de torneos: Febrero 6 de 2012.

Mayores informes: 2602882 - liga futsalon antioquia.

lunes, 23 de enero de 2012

ARBITRAJE, STRESS Y RENDIMIENTO

El deporte en general representa una de las actividades humanas con más protagonismo social, los medios de comunicación le crean paulatinamente más espacios y la mayoría de las personas le presta gran atención independientemente de las diferencias sociales y culturales.
Es, muchas veces, el lazo que nos une en un sentimiento único, nos representa y nos identifica.

La Psicología del deporte, ciencia relativamente nueva ha ido a través del tiempo integrándose al mundo del deporte y son cada vez más los profesionales que intervienen en equipos deportivos, que trabajan con deportistas e intentan enriquecer el deporte con la ciencia y a la vez se alimenta con los nuevos logros obtenidos.
Si tenemos en cuenta éste crecimiento del deporte en todos los niveles, debemos considerar también las exigencias que se van presentando a todos sus protagonistas. Exigencias no sólo en relación a los aspectos físicos, técnicos y estratégicos sino también a nivel emocional.
Quisiera entonces reflexionar sobre aquellos deportistas, y también protagonistas de las competencias, cuyo rol dentro de la escena deportiva es muchas veces relevante y determinante : la figura del arbitro o Juez.
No podemos pensar un evento deportivo sin la presencia de árbitros o jueces que son los responsables de controlar y poner en práctica el reglamento, “la regla escrita en acción”.
Sabemos que la figura del árbitro es tenida en cuenta a la hora de evaluar su rendimiento y desempeño, generalmente destacando los errores, omisiones o la mala toma de ciertas decisiones durante la competencia.
Anteriormente mencione al árbitro como un deportista y esta equiparación, es válida en tanto que ambos participan de las mismas situaciones en competencias. Que ambos están expuestos a los mayores niveles de exigencia tanto física, técnica como emocional. Por lo tanto el árbitro en la actualidad tiene que estar a la altura de lo que las competencias demandan, Una buena Preparación Integral.

Esta preparación Integral consiste:

Preparación Física: Entrenamiento constante y responsable. Buena Alimentación. Buen Descanso.
Preparación Técnica: Estudiar y repasar el reglamento y sus modificaciones constantemente.
Preparación Estratégica: Entrenar como aplicar esa regla escrita en situaciones concretas de juego.
Preparación Psicológica: Aquí podemos desarrollar todos los factores a los que está expuesto el árbitro y a los que debe afrontar con la mayor cantidad de recursos individuales. Es imposible no incorporar los tres puntos anteriormente mencionados, ya que la buena preparación en ellos influyen en su bienestar emocional.

La tarea arbitral puede estar influenciada por varios factores internos y externos entre otros:

  • Expectativas en relación al desempeño individual, propio y ajeno
  • Expectativas previas en relación a la evaluación de su desempeño
  • Malas actuaciones anteriores
  • Valoraciones incorrectas en esta competencia o en anteriores
  • Errores cometidos durante la competencia
  • Estados emocionales
  • Reiteración de faltas de un jugador
  • El tiempo que queda del partido
  • Equipo que convierte la infracción (visitante-local)
  • Dolores o molestias físicas
  • Duda sobre la infracción en relación al reglamento.
  • Protestas de entrenadores, padres, público

Como podemos ver son muchos los factores que pueden tener su influencia sobre el rendimiento, pero según ciertas investigaciones llevadas a cabo en España (Felix Guillen Garcia,2003) hay ciertos factores que influyen positivamente (motivación) y otros negativamente (estrés) y aquí entra la valoración subjetiva de los acontecimientos que realice cada arbitro.
El estrés situacional de mayor o menor duración se comprende bastante poco, particularmente en lo que se refiere a sus efectos sobre el rendimiento (Jacques Laure,2003)

Desde la Psicología una de las tantas definiciones de estrés remite al desequilibrio inaceptable entre la percepción de las demandas y la propia capacidad de adaptación o respuesta.

Si relacionamos estrés y rendimiento podemos hablar de circularidad, si lo aplicamos al arbitraje, teniendo en cuenta los factores a los que debe enfrentarse ante cada competencia podemos suponer que ejecutar su tarea constituye un estimulo que provoca una movilización importante de energía física y psicológica, y que la reacción por su naturaleza e intensidad puede interferir o facilitar la respuesta, por lo tanto modificar el rendimiento.
El arbitro esta expuesto a estímulos internos y externos que según la intensidad de los mismos puede influir en su rendimiento, que esta representado en la adecuada observación, evaluación y toma de decisión.
Volviendo a la tarea principal del arbitro que es la toma de decisiones, en situación, en un contexto por lo general no favorable para su tarea, con la precisión exigida y en momento mismo en que se produce, no cabe duda que es una situación de exigencia, a la que no todos responderán de la misma manera, y que el estrés puede afectar los procesos cognitivos como sus estados emocionales. La duda sobre la toma de decisión suele ser un signo habitual de estrés.

El arbitro expuesto a diferentes situaciones de estrés no puede pensar claramente, puede entrar en un circulo vicioso de desconfianza en si mismo e indecisión, por ende reduce su buen rendimiento.
Teniendo en cuenta todos los factores influyentes no cabe duda que es un grupo vulnerable a los efectos del estrés agudo o situacional. Y sabemos que el estrés no solo afecta físicamente, sino emocional y conductualmente.
El desafío de arbitrar puede dar grandes recompensas personales. El arbitro debe tomar decisiones instantáneas, resolver conflictos y manejar estrés y presiones. Cuanto más se entrene físicamente, más arbitre, más se prepare para enfrentar situaciones de estrés, más seguro y confiado se sentirá. Y podrá no solo disfrutar más de la tarea arbitral sino también mejorar su calidad de vida personal.

“ Mantén tus pensamientos positivos porque tus pensamientos se convierten en tus palabras.
Mantén tus palabras positivas porque tus palabras se convierten en tus acciones.
Mantén tus acciones positivas porque tus acciones se convierten
en tus hábitos.
Mantén tus hábitos positivos porque tus hábitos se convierten en tus valores.
Mantén tus valores positivos porque tus valores se convierten en tu destino “

viernes, 20 de enero de 2012

LA DEPRESIÓN EN EL CAMPO ARBITRAL

Luego de que un árbitro alemán y un asistente belga intentaran suicidarse previo a sus respectivos partidos, los jueces han solicitado a gritos más apoyo psicológico. Esta petición se da luego de que recientes estudios mostraran que varios silbatos, padecen el síndrome “Burn Out”, es decir, depresiones originadas por un desgaste mental en busca de la perfección. Derivado de esto, argumentan que el temor a cometer errores los hace llenarse de pánico y de angustia.

¿Que es?

La depresión es un trastorno del estado de ánimo y su síntoma habitual comprende una etapa de abatimiento e infelicidad que puede ser transitoria o permanente; la primera hace que los árbitros se sientan melancólicos o tristes en ciertos momentos; y la segunda, hace referencia a un trastorno profundo que interfiere con su desempeño normal en los partidos y en la vida diaria. Muchos árbitros con una enfermedad depresiva nunca buscan ayuda porque no saben que la tienen y prefieren convivir con ella hasta llegar a crisis que pueden ser fatales.

Algunos tipos

El trastorno depresivo grave, se caracteriza por una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad para pitar, dormir, estudiar, comer, y disfrutar de actividades que antes resultaban placenteras, es decir, incapacita al árbitro y le impide desenvolverse con normalidad; el trastorno distímico, se caracteriza por sus síntomas de larga duración y le impide sentirse bien; finalmente, el trastorno bipolar se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo que van desde estados de euforia a estados de decaimiento.

Tenga en cuenta

Los métodos para evitar la depresión van desde la simple activación conductual, es decir, programar actividades agradables, hasta un programa de desarrollo de la autoestima. El cambio de pensamientos negativos es fundamental para que el árbitro aprenda a fomentar hábitos de pensamiento racional y positivo; también es muy importante que se prepare para afrontar temas pendientes que ha evitado durante algún tiempo, por ejemplo, “tener que pitar bien siempre”; estos métodos deben ser complementados con prácticas de respiración, relajación y visualización.

Consejos claves

Entre los consejos claves para prevenir la depresión se encuentran, el hacer todo tipo de cosas que antes le generaban ilusión dentro y fuera del arbitraje; el buscar con gran interés el lado positivo de todas las cosas que le pasan en los partidos; el aprender a reconocer y aceptar emociones aunque no sean agradables, tales como la tristeza, la soledad y el abandono. Adicionalmente, antes, en el intermedio o después de los encuentros deberá dejar en silencio la mente, y no darle más vueltas a los pensamientos, es inútil, luchar contra corriente, “lo que ya se hizo se hizo”; por último, el mejorar la capacidad de discernimiento y la toma de decisiones, permitirá la solución de los problemas dentro y fuera del campo.

martes, 17 de enero de 2012

PSICOLOGIA Y CUALIDADES DE UN BUEN ÁRBITRO
LAS CUALIDADES PSICOLÓGICAS DE UN BUEN ÁRBITRO SON:

1. CONSISTENCIA
2. COMUNICACIÓN
3. DECISIÓN
4. CALMA – PACIENCIA
5. INTEGRIDAD
6. JUICIO
7. CONFIANZA
8. MOTIVACIÓN

1) Consistencia: Las decisiones del árbitro deben ser las mismas en similares ó idénticas situaciones.

2) Comunicación: Los árbitros deben intentar establecer una buena relación con los competidores y cuerpo tecnico.

3) Decisión: Las decisiones de los árbitros deben ser lo más rápidas posibles, de
acuerdo con las acciones observadas.

4) Calma: Los árbitros deben mantener la calma y el control de si mismos siempre, especialmente en las situaciones difíciles de alta tensión, insultos, comentarios violentos, etc…

5) Integridad: Debemos ser justos, imparciales y honestos con nosotros mismos y tener siempre el mismo criterio a la hora de puntuar, sin dejarnos influenciar por los gritos de los tecnicos ó público en general. Así como no cambiar las decisiones tomadas, por miedo, cuando somos llamados a declarar por los responsables del arbitraje.

6) Juicio: El principio de un buen juicio arbitral está en un completo entendimiento de las reglas y regulaciones arbitrales.

7) Confianza: El árbitro debe tener confianza en si mismo y su habilidad en el arbitraje para enfrentarse a las adversidades manteniendo el control.

8) Motivación: Para mantener un buen nivel arbitral debemos disfrutar de nuestro trabajo, teniendo una mentalidad y actitud positiva.

Todo esto se consigue con dedicación y practica.

viernes, 13 de enero de 2012

NECESIDADES PSICOLÓGICAS DE LOS ÁRBITROS DE FÚTBOL DE SALON

El árbitro de fútbol de salon es un deportista que, como cualquier otro deportista, debe rendir al máximo nivel posible realizando su cometido específico. Y este rendimiento debe producirse en el marco estresante de la competición deportiva, razón por la que muchos árbitros, al igual que ocurre con muchos jugadores, no son capaces de rendir de acuerdo con sus posibilidades reales.

En el contexto de la alta competición (copa postobon de microfutbol, torneos nacionales e internacionales), las condiciones estresantes de los partidos son muy acusadas, fundamentalmente, por la enorme trascendencia de los resultados deportivos y la estricta evaluación social de los protagonistas como parte del "deporte-espectáculo-negocio" que es el fútsal en estas categorías. En estas condiciones, los jugadores, los entrenadores y los árbitros, suelen rendir a un buen nivel la mayor parte del tiempo, pero son propensos a cometer errores que aunque pocos en cantidad pueden resultar decisivos.

En realidad, la mayor parte de los deportistas de alta competición (incluyendo jugadores, entrenadores y árbitros), a través de su carrera deportiva han desarrollado una gran capacidad de control del estrés que les permite funcionar correctamente la mayor parte del tiempo, pero en muchos casos, carecen de la suficiente capacidad para funcionar del mismo modo en momentos muy concretos que suelen ser muy decisivos en el desarrollo y desenlace del partido.

Así, por ejemplo, un jugador que está controlando bien el estrés que le rodea y jugando aceptablemente en un partido de gran trascendencia, en un momento concreto es incapaz de controlar su enfado por algo que ha sucedido, "se enoja" con un contrario, le da una patada y es expulsado. Este jugador, que hasta ese momento había funcionado bien, ha sido incapaz de controlar su reacción emocional ante una situación estresante que le ha "rebasado", y las consecuencias han sido muy graves. De poco habrá servido que el jugador haya funcionado bien la mayor parte del tiempo, ya que esta pérdida de control puede perjudicar a su equipo decisivamente.

Algo similar puede ocurrirle a un árbitro. Está controlando bien el estrés que rodea a un partido y su rendimiento arbitrando está siendo bueno. Pero en un momento concreto toma una decisión y recibe las protestas de los jugadores del equipo afectado al tiempo que los abucheos del público. Se mantiene en la decisión pero tiene la duda de haber acertado; su ansiedad aumenta y su atención se estrecha, en detrimento de su rendimiento presente. En estas condiciones, es más probable que tome una decisión errónea en la siguientes jugadas o que maneje peor su comunicación con los jugadores, pudiendo "perder el control del partido" y hasta influir decisivamente en el resultado de éste.

Es evidente que el árbitro puede equivocarse, al igual que lo hacen los jugadores y los entrenadores (y de hecho, las equivocaciones de los árbitros suelen ser menos en número que las de los jugadores y los entrenadores), pero los errores pueden reducirse si el árbitro se encuentra en buenas condiciones físicas y psicológicas. Y del mismo modo que se prepara para estar en buenas condiciones físicas, debería hacerlo para estar en buenas condiciones psicológicas. De esta forma, podría optimizar su rendimiento, controlando mejor los momentos más críticos en los que los errores son más probables.

Para ello es importante detectar las necesidades psicológicas de los árbitros, con el propósito de centrar la preparación psicológica en los aspectos que en cada caso sean más necesarios.

En este escrito, se señalan brevemente las condiciones psicológicas que favorecen el máximo rendimiento de los árbitros de fútbol de salon, y se exponen las principales conclusiones de un estudio realizado sobre las necesidades psicológicas de los árbitros colombianos de alta competición.

CONDICIONES PSICOLÓGICAS QUE FAVORECEN EL MÁXIMO RENDIMIENTO

La activación general del organismo es una respuesta en la que intervienen el sistema nervioso central y el sistema neurovegetativo. Básicamente, al aumentar la activación general, aumentan el estado de alerta, la actividad somática y la actividad simpática. Esto supone, por ejemplo, que al aumentar el nivel de activación general de un árbitro durante un partido de fútsal, su atención estará más alerta respecto a determinados estímulos (en detrimento de otros), aumentará su tensión muscular y se incrementará su tasa cardíaca.

El nivel de activación general se puede situar en un continuo que, en estado de vigilia, se extiende desde un estado de máxima calma y relajación (activación muy baja) hasta un estado de máxima alerta, tensión y excitación (activación muy alta). A lo largo de este continuo se encontrarán distintos niveles de activación, desde los más bajos hasta los más altos.

El nivel de activación general influye en el rendimiento de los deportistas afectando su funcionamiento físico y psicológico.

- En el primer caso, la activación repercute en aspectos como la tensión muscular, la movilización de energía y la coordinación motriz. En el caso de los árbitros estos aspectos pueden influir en la calidad y el "timing" de sus desplazamientos, su posición más o menos apropiada en el campo, el cansancio físico y hasta la facilidad para ejecutar la acción de soplar el silbato. Además, la activación puede influir en sus gestos corporales y en el volumen y el ritmo de su conducta verbal cuando se dirigen a los jugadores y los entrenadores.

- En el segundo caso, la activación influye, fundamentalmente, en la conducta atencional y los procesos implicados en el procesamiento de la información, las operaciones mentales y la toma de decisiones. En el caso de los árbitros, puede influir decisivamente en la observación y apreciación de cada situación del juego, la decisión de pitar o no pitar, y la acción de pitar en el momento correcto.

- Por ambas vías, funcionamiento físico y/o psicológico, la activación general puede influir en el rendimiento de los árbitros positiva o negativamente.

Por ejemplo, si durante el partido el árbitro está demasiado relajado (activación demasiado baja), su atención se encontrará demasiado dispersa y captará peor los estímulos clave de cada situación. De esta forma, será más probable que ignore las señales del árbitro asistente, no vea algunas faltas que se cometan o las vea tarde y ya no las señale, controle mal las reacciones de los jugadores, etc.

En el polo opuesto, más habitual, si el árbitro está demasiado activado, le resultará difícil controlar todos los detalles importantes para poder tomar las mejores decisiones, pues su atención se habrá estrechado demasiado y, además, en muchos casos, estará en parte pendiente de los síntomas de sobreactivación (tensión, preocupación, agobio, etc.), disminuyendo su capacidad para captar e interpretar correctamente toda la información clave de la situación. En estas condiciones, será más probable que se le escapen detalles muy relevantes, que sus apreciaciones sean defectuosas, que actúe impulsivamente o bien que se inhiba cuando debería pitar, cometiendo errores más o menos graves que podrían haberse evitado, o al menos minimizado, si su nivel de activación general no hubiera sido tan elevado.

Entre ambos estados de activación (demasiado baja y demasiado alta) existe un nivel de activación que, al contrario que los anteriores, favorece el máximo rendimiento del árbitro: el nivel de activación óptimo .

Nivel de Activación Óptimo

El nivel de activación óptimo se refiere al grado de activación general que, en cada caso particular, favorece el mejor funcionamiento físico y psicológico, y por tanto, el máximo rendimiento dentro de las posibilidades reales de cada deportista. Mientras que los niveles de activación situados por debajo o por encima del nivel óptimo, propician un funcionamiento defectuoso que perjudica al rendimiento.

Así, un árbitro que se encuentre por debajo de su nivel de activación óptimo (es decir, que esté más relajado de lo que le conviene) no será capaz de rendir según sus posibilidades. Si la activación aumenta hasta alcanzar el nivel óptimo, podrá rendir al máximo de sus posibilidades. Pero si su activación sobrepasa el nivel óptimo (está demasiado activado) tampoco rendirá como podría hacerlo. Por tanto, es importante que los árbitros se encuentren en su nivel de activación óptimo para que sea más probable que su rendimiento sea bueno.

Básicamente, el nivel de activación óptimo se caracteriza por un estado de fluidez física y psicológica que permite rendir al máximo posible sin aparente esfuerzo. En este estado, el deportista funciona física y psicológicamente lo mejor que puede, utilizando sin dificultad sus mejores habilidades en beneficio de su rendimiento.

El nivel de activación óptimo es diferente para cada árbitro. Para algunos, la activación óptima es más elevada que para otros. Y por tanto, es importante que cada árbitro en particular aprenda a identificar cuál es su nivel de activación óptimo. A partir de aquí, podrá aprender a evaluar su activación presente y saber si se encuentra en el nivel óptimo que favorecerá su rendimiento, o bien por debajo o por encima de éste. En el primer caso, su objetivo será mantener el nivel de activación presente, pero en el segundo convendrá que aplique estrategias adecuadas (que también deberá aprender) para aumentar o disminuir su activación hasta situarla en el nivel óptimo.

Por tanto, el entrenamiento psicológico de los árbitros de fútsal, entre otros aspectos, debe incluir que aprendan a identificar y autorregular su nivel de activación general, con el objetivo de comenzar el partido en su nivel de activación óptimo, y mantener esta activación a lo largo de todo el partido a pesar de estar expuestos a múltiples situaciones estresantes que podrían alterarlo.

Aspectos Psicológicos que influyen en el Nivel de Activación

Como señalan Buceta y Bueno (2001), básicamente, dos grandes variables psicológicas influyen en el nivel de activación general de los deportistas: la motivación y el estrés.

- En ausencia de motivación y estrés la activación es baja y no se alcanza el nivel de activación óptimo.

- Cuando la motivación aumenta también aumenta la activación. En ausencia de estrés, una motivación alta suele propiciar el nivel de activación óptimo, salvo que la motivación sea excesiva (motivación incontrolada), en cuyo caso suele producirse un estado de sobreactivación que perjudica el rendimiento.

- Cuando el estrés aumenta moderadamente, de manera controlada, aumenta la activación y también se suele alcanzar el nivel de activación optimo. Sin embargo, el estrés demasiado alto puede provocar una activación demasiado alta (cuando se manifiesta con ansiedad u hostilidad) o una activación demasiado baja (cuando se manifiesta con desánimo); en ambos casos, el deportista no alcanza su nivel de activación óptimo.

- El estrés prolongado produce agotamiento psicológico y favorece un estado de activación bajo que no alcanza el nivel de activación óptimo.

En ocasiones es posible que algunos árbitros no alcancen su nivel de activación óptimo por no estar lo suficientemente motivados. Para prevenir o paliar este problema, es importante que aprendan a automotivarse utilizando estrategias psicológicas apropiadas, o que dispongan del apoyo de un psicólogo del deporte que pueda ayudarlos.

Sin embargo, será más frecuente que no estén en su nivel de activación óptimo por un exceso de estrés. Y también en este caso, el desarrollo de estrategias de autocontrol del estrés y la ayuda del psicólogo del deporte pueden ser determinantes.

En líneas generales, cada árbitro debe aprender a identificar las situaciones concretas "de riesgo" que hacen más probable una motivación inadecuada o un estrés incontrolado, y posteriormente, deben aprender estrategias psicológicas apropiadas para actuar con eficacia cuando estas situaciones se presenten, de forma que su motivación y su control del estrés sean los más adecuados; es decir, los que favorezcan su nivel de activación óptimo. Por ejemplo, pueden aprender habilidades de comunicación para relacionarse más eficazmente con los jugadores y los entrenadores durante el partido.

En este proceso es importante fortalecer un aspecto psicológico de gran trascendencia: la autoconfianza. Cuando la autoconfianza es alta, la motivación suele predominar sobre el estrés, siendo más probable el nivel de activación óptimo. Así, un árbitro que confíe verdaderamente en que dispone de recursos suficientes para relizar bien su cometido, estará más motivado y menos preocupado antes de los partidos, y será más propenso a controlar correctamente las situaciones estresantes que se le presenten durante el partido.

Influencia de la Evaluación

En general, a los árbitros de alta competición les afecta negativamente la evaluación de su rendimiento en algunas ocasiones. A la mayoría puede afectarles negativamente la preocupación por lo que hagan o piensen de su actuación los responsables del colectivo arbitral, los evaluadores de sus actuaciones y sus propios compañeros. Así mismo, a los árbitros de primera puede afectarles las críticas que reciben de su actuación, mientras que a los otros árbitros les influye más que no se reconozcan sus méritos o se destaque más la labor de otros compañeros. También a los árbitros de menor categoría, les influye más el hecho de haber tenido buenas o malas actuaciones en partidos anteriores. Al igual que en el caso del control del estrés, los árbitros asistentes muestran más necesidades psicológicas que los árbitros.

En el cuestionario los árbitros manifiestan que apenas les afectan los comentarios o insultos del público, y que manejan aceptablemente la “presión” de los medios de comunicación, aunque a los árbitros de primera división les afectan más las críticas que al resto, quizá porque están más expuestos a los medios de comunicación.

Sin embargo, lo que más les afecta son los comentarios de sus compañeros en el descanso del partido. Esto indica, claramente, que es importante entrenar a los árbitros sobre el tipo de comentarios y la forma de hacerlos, que son más convenientes en el descanso del partido para optimizar el rendimiento del equipo arbitral en el segundo tiempo.

Motivación

Para el conjunto de los árbitros, el arbitraje no es lo más importante de su vida (a diferencia de lo que sucede con muchos deportistas de alta competición), pero la mayoría consideran que merece la pena el esfuerzo que hacen y están dispuestos a sacrificarse para ser mejores árbitros. Sin embargo, parece existir un reducido grupo de árbitros “conformistas” sin la motivación necesaria para progresar más, formado, sobre todo, por árbitros de nu bajo perfil tecnico. La mayoría de los árbitros de primera muestran una motivación equilibrada que beneficia su rendimiento.

Habilidad Mental

La mayoría de los árbitros obtuvieron puntuaciones bajas en la escala de habilidad mental de los dos cuestionarios utilizados, reflejando que, en general, carecen de recursos psicológicos muy valiosos para optimizar su rendimiento. Las principales carencias se observan en habilidades relacionadas con la preparación personal del árbitro para el partido, indicando que el entrenamiento psicológico específico para dominar estas habilidades podría resultar muy beneficioso.

Así mismo, en muchos casos, los árbitros no utilizan correctamente el descanso del partido para preparar su actuación del segundo tiempo. Al igual que sucede con los jugadores, el descanso debe aprovecharse para optimizar el rendimiento del segundo tiempo. Con este propósito, además de mejorar los comentarios entre el equipo arbitral, es importante que los árbitros desarrollen comportamientos rutinarios apropiados, aprendan a utilizar constructivamente lo sucedido en el primer tiempo, establezcan objetivos adecuados para el segundo tiempo, anticipen las dificultades más probables y preparen estrategias para afrontar eficazmente estas dificultades.

Cohesión de Equipo

En general, los árbitros valoran favorablemente pertenecer al colectivo arbitral y estiman la importancia de trabajar en equipo. Casi todos los árbitros consideran que es muy importante la aportación específica de cada uno de los miembros del equipo arbitral, pero a la mayoría le preocupa más su rendimiento personal que el rendimiento de sus compañeros.

Quizá debería estudiarse la posibilidad de evaluar a los árbitros tanto por su actuación individual como por la actuación colectiva del equipo arbitral. De esta forma, se podrían valorar aspectos relacionados con la interacción entre los árbitros, y aumentaría el sentido de equipo sin que disminuyera la responsabilidad individual.

Así mismo, es conveniente tener en cuenta que durante el partido, los árbitros suelen evaluar, en bastantes ocasiones, si los árbitros asistentes están cometiendo errores. Esta evaluación podría repercutir en la confianza del árbitro en sus asistentes, dificultando la interacción apropiada entre ellos. Los árbitros deben aprender a ayudar a los árbitros asistentes cuando perciban que éstos cometen errores, de forma que su rendimiento mejore en el resto del partido.

En general, parece conveniente explorar el estilo de comunicación de cada equipo arbitral, y mejorarlo cuando proceda para que sea más eficaz en beneficio de su rendimiento.

Relación con Jugadores y Entrenadores

En bastantes casos, a los árbitros les preocupa perder su autoridad dentro del campo. Y también les cuesta aparentar que están tranquilos cuando se dirigen a los jugadores y están nerviosos o alterados. Estas dificultades pueden influir negativamente en su relación con los jugadores y los entrenadores en el campo, favoreciendo, por ejemplo, conductas demasiado agresivas que pueden propiciar reacciones también agresivas.

Es interesante que los árbitros se sometan a un programa de entrenamiento psicológico para desarrollar sus habilidades de comunicación, de manera que puedan controlar mejor su relación con los jugadores y los entrenadores en los momentos de mayor tensión.

Conclusiones

Las respuestas de los árbitros indican que su funcionamiento psicológico es, en general, bastante aceptable, como corresponde a deportistas de elite y semi-elite que han sido capaces de situarse entre los mejores de su especialidad. Sin embargo, al igual que ocurre con otros deportistas, los árbitros muestran algunas necesidades que aunque son pequeñas cuantitativamente, pueden ser determinantes en los momentos más críticos.

Por tanto, es muy recomendable que los árbitros se sometan a una evaluación psicológica constructiva para detectar sus principales necesidades y recibir la ayuda especializada que, en cada caso concreto, sea más apropiada.

A diferencia de otros tipos de evaluación (pruebas físicas, etc.) El cometido de la evaluación psicológica no debe ser aportar criterios para seleccionar a los árbitros, ya que en este caso los árbitros no responderían con sinceridad, sino detectar necesidades concretas con el fin de subsanarlas. Por ejemplo, se observa que el árbitro A tiene dificultad para comunicarse eficazmente con jugadores y entrenadores, y se trabaja con él para subsanar esta dificultad. De esta forma, se podrá optimizar el funcionamiento psicológico de los árbitros, en en beneficio de su rendimiento.

miércoles, 4 de enero de 2012

LA PAZ INTERIOR DE LOS ARBITROS

Al preguntarle a un árbitro por sus deseos del año nuevo, lo primero que me dijo fue “estar en paz, aunque en años pasados logré cumplir mis objetivos, no siempre los disfrute porque había mucha inquietud dentro de mí. En el 2012 solo deseo tener paz en mi vida”. Así como en él, la paz interior debe ser la prioridad en todos los silbatos máxime cuando se hace necesaria en el juzgamiento deportivo para mantener el equilibrio en el momento de tomar decisiones correctas y para no depender de los demás ni de lo que pase alrededor.

Irradie bienestar

Cuando se está en paz, el bienestar trasciende independientemente de lo que ocurra en el entorno, para lograrlo el árbitro no se debe medir por lo que consigue ya que si lo hace, puede caer en la tentación de poner su ego en primer lugar, sentirse especial y esclavizarse a tener que ser exitoso todo el tiempo; o por el contrario, desvalorizarse por sus errores. Lo mejor que puede hacer en estos casos es tratar de sacar una enseñanza de cada situación y no considerar “tan” importante todo lo que le suceda, sino considerar valioso el mensaje que le queda; pensando así, todo lo que haga dentro de un terreno de juego será único, más allá de lo que se considere bueno o malo.

Expresiones necesarias

Nada les quita más energía a los silbatos que tratar de defender a toda costa que siempre tienen la razón porque eso los deja “ad portas” del conflicto, esto no significa dejar de sancionar lo que se cree, sino permitir que los otros tengan su propia versión de las situaciones que suceden en los encuentros y no creer que la suya es la única verdad. El ego de los jueces siempre quiere más, más nombramientos, mas fama, más status, y cuando más tienen, más ocupados están y menos espacio se le deja a la paz; es por esto que el árbitro deberá aprender a decir “basta, hasta aquí y no más” pues son expresiones necesarias para mantener el bienestar interno.

Agradezca y olvide

Antes de cada partido se deberá dedicar unos minutos para agradecer e imaginar cómo le saldrá el encuentro, deberá ingresar al campo de juego sólo con los buenos recuerdos, ya que si se acuerda de los problemas personales, económicos o amorosos los resultados no va a ser muy buenos. Igualmente, deberá agradecer por los favores recibidos para despertar emociones y pensamientos positivos que dan bienestar y alejan de lo negativo; adicionalmente, deberá aprender a cuestionar y analizar los juicios para no hacerlo de forma apresurada, pues esto le puede nublar la mente y no le permitirá terminar bien los partidos.

Un viaje completo

Si se quiere recorrer con éxito el camino que lleva a la paz interior, se tienen que desmontar algunos de los obstáculos personales que atenazan, como el miedo al futuro y las lamentaciones por el pasado. El viaje completo a la paz interior significa que también se tendrán que superar los baches de la envidia de propios y extraños, los desvíos de la impaciencia, las calles sin salida de la terquedad y los puentes helados de la rigidez. La marcha hacia la paz personal la deberá hacer un árbitro antes de comenzar una temporada pues al emprenderla se olvida de lo pasado y se rediseña para empezar el año de nuevo.